Reflexión sábado 18 de octubre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-9):
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa.» Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el reino de Dios.»»
Palabra del Señor
Reflexión
Hoy celebramos la fiesta de san Lucas evangelista. Hasta hoy, casi dos mil años después nos ha llegado su obra y nos sigue anunciando la buena nueva del amor de Dios para todos nosotros. Los estudiosos de la Biblia, cuando nos hablan de la formación de los evangelios, explican que más que ser la obra de una persona, los evangelios son la obra colectiva de las comunidades cristianas que primero fueron transmitiendo de forma oral los relatos sobre Jesús, sus historias, sus palabras, sus gestos y que solo con el paso del tiempo se fueron poniendo por escrito todas esas historias y discursos hasta que poco a poco se fueron formando los Evangelios tal como hoy los conocemos.
Esto nos habla de muchas personas, los miembros de aquellas primeras comunidades cristianas que valoraron y atesoraron en su memoria y en su corazón todo lo que se decía y contaba de Jesús, porque éste se había convertido en el centro de su vida y en la fuente de su esperanza. No solo eso, se esforzaron porque esa buena nueva llegase hasta nosotros y fuese también para nosotros fuente de vida y esperanza.





