Reflexión domingo 11 de julio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra del Señor
Reflexión
En el Evangelio de hoy vemos como Jesús envía a sus discípulos a predicar el arrepentimiento de los pecados y a poner nuestro corazón y nuestra mirada en Dios. Este Evangelio nos narra el primer envío que hace Jesús a sus apóstoles.
Jesús nos sigue llamando a ser sus apóstoles, a ser evangelizadores en medio del mundo con nuestro ejemplo y nuestra palabra oportuna. Tenemos el concepto erróneo de pensar que sólamente los obispos y los sacerdotes tienen la misión de anunciar el evangelio. No solo la jerarquía de la Iglesiatiene la misión de anunciar el evangelio, sino todos los cristianos desde el día de nuestro bautismo, tenemos la misión de anunciar el evangelio.
Jesús necesita hombres y mujeres valientes, que den testimonio de Él en medio de la sociedad, necesita de ti y de mi para que llevemos el mensaje del evangelio, el mensaje del amor de Dios a todo el mundo.
Que la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra nos ayude a ser misioneros en medio de nuestra sociedad.