14 dic

Reflexión domingo 14 de diciembre

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti.» Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

Palabra del Señor

Reflexión

Hoy celebramos el tercer domingo del tiempo de Adviento, conocido también como el domingo de Gaudete, domingo de la Alegría.
En el evangelio vemos cómo los profetas anunciaban sin cesar la avenida del mesías. Jesús es el Enmanuel, el Dios con nosotros. Nace de la forma mas humilde en un portal de Belén, nace para traernos la verdadera paz, el verdadero amor y la verdadera alegría que el mundo no nos la puede.
Jesús con su nacimiento, viene a renovarlo todo. En él se cumplen las promesas de la salvación. Una salvación que comienza en el amor de Dios.
Que le pidamos a la Virgen María que nosotros también seamos luz y esperanza el medio de nuestra vida.

pastoral

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