Reflexión jueves 7 de mayo
Lectura del santo evangelio según san Juan (13,16-20):
Cuando Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
En verdad, en verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
COMENTARIO:
Levantarse de la mesa, echar agua en la jofaina, quitarse el manto, ceñirse la toalla y lavar los pies… Uno tiene que estar muy seguro de sí mismo para hacer estas cosas. Hacer en el momento decisivo lo que se ha estado preparado toda la vida. Las situaciones extremas sacan lo mejor (o lo peor) de las personas. Al final de su vida, habiendo amado, amó hasta el extremo.
Y aunque el gesto es muy significativo lo tiene que explicar. Hay veces que una imagen no vale más que mil palabras. Ejemplo os he dado. Lo que he hecho, eso haced. Levantaos de la mesa, ceñíos la toalla, lavad los pies. Y esto en memoria mía, esto como eucaristía. Con demasiada frecuencia se nos olvida que no podemos llegar hasta el altar sin habernos puesto a los pies de los dolientes, de quienes solo tienen para ofrecer sus pies sucios. Eucaristía: acción de la gracia.
Partir el pan, lavar los pies. Las dos caras (eucaristías) de una misma moneda.
ORACIÓN:
ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA, SALUD DE LOS ENFERMOS
Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la Cruz en la que moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.
Madre de Misericordia, con fe nos volvemos hacia Ti.
Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día Contigo nuestro “sí”,
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande.
¡Amén!
Oración de san Juan Pablo II
REFLEXIONES:
1- La palabra santidad está clericalizada, es decir asociada a formas de vida generalmente de religiosos, monjes, papas, obispos, sacerdotes…
2- Carta del papa Francisco “Gaudete et exúltate”.
– Nº 7: Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad».
3- ¿Por qué ser santos? “Sed santos porque yo soy santo”. Recordemos que hemos sido creados a su imagen y semejanza. Por tanto, para llegar a ser lo que somos debemos ser santos. Es una cuestión ontológica, no moral. Debemos ser santos para ser nosotros mismos: las criaturas que Dios ha pensado.
4- ¿Qué es la santidad? Si el solo santo es Dios, “Tu solus sanctus”, la santidad no es cosa nuestra, no es esfuerzo personal, sino permanecer unidos a Cristo. ¿Cómo permanecer unidos a Dios? Vamos preguntárselo a la Sagrada Escritura.
En el A.T. dependía de realizar ritos externos (lavarse las manos antes de comer), visitar determinados lugares (el niño Jesús se perdió en una peregrinación al templo de Jerusalén), observar las leyes (en la fiesta de la purificación presentaron dos pichones)… Esta santidad podía perderse también con cosas externas como tocar un cadáver (buen samaritano), comer sin lavarse las manos…, aunque ya en los profetas y salmos se indica que la santidad depende del interior, “¿quién subirá al monte del Señor…? el hombre de manos inocentes y puro corazón…”
En el N.T. hay un salto de cualidad pues Cristo se ha hecho hombre. Si el tema es unirnos a Dios, ahora es Dios quien se ha hecho hombre: la santidad de Dios se ha hecho hombre. La santidad de Dios ha tomado forma humana; como bebé, niño, adolescente…, de uno que trabaja, que sufre… Dios ya no está en lo alto de la montaña, sino que se ha hecho hombre. Podemos aceptar que hay una santidad gradual como también es gradual nuestra unión a Cristo. La gran pregunta es: ¿qué lugar ocupa Jesús en mi vida?
ACTIVIDAES PARA REALIZAR EN FAMILIA:
Como ahora estamos en los meses de germinar muchas semillas, se puede plantar garbanzos, lentejas, etc. con ello en pocos días se obtendrá una planta que sirva para la catequesis familiar:
– si el grano de trigo no cae en tierra y muere…
– la semilla es cómo el cuerpo, que tras resucitar…
– el Reino de Dios es como la semilla plantada, que crece sin que el labrador sepa cómo…
– la semilla es la Palabra de Dios, si cae en tierra buena da mucho fruto…