Lectura del santo evangelio según san Juan (16,29-33):

EN aquel tiempo, aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

Palabra del Señor

Reflexión

Hoy la Iglesia celebra la fiesta de la Virgen de Fátima, lugar de peregrinación para muchos fieles cristianos católicos. En la historia de la Iglesia este día, año 1981, se recordará también por el atentado que sufrió el papa Juan Pablo II, subido en un vehículo abierto, en la plaza de San Pedro durante la audiencia de la tarde mientras saludaba a los fieles. La Iglesia entera quedó conmovida ante el intento de matar al Papa, quién manifestó posteriormente el convencimiento de que la Virgen había salvado su vida de la muerte.

En el evangelio, en los versos anteriores, Jesús dice claramente a sus discípulos que Él salió del Padre, vino al mundo y ahora deja el mundo para volver al Padre, por eso los discípulos le dicen a Jesús que “ahora has hablado claramente y no en lenguaje figurado. Ahora estamos seguros de que lo sabes todo y que no es necesario que nadie te pregunte; por eso creemos que saliste de Dios.” La confesión de fe de los discípulos revela la confianza que tenían en Jesús, un conocimiento que se adquiere por la experiencia y el trato con el Señor: “lo sabes todo”. Esta sabiduría no era una síntesis filosófica, ni un compendio de ciencias naturales sobre el origen del universo y de la vida humana, sí era la repuesta fundamental que necesitamos conocer todas las personas, de dónde venimos y a dónde vamos. Este saber que procede del Señor da la paz y el sosiego a los que le siguen, como a los discípulos. El Señor advierte que esta paz no procede del mundo donde encontramos dificultades y posiblemente sufrimiento, pero unidos al Señor encontraremos sentido a la vida humana y venceremos las dificultades del camino. En el pasaje de los Hechos de los Apóstoles cuando Pablo llega a Éfeso se encuentra con unos discípulos de Juan el Bautista, que habían recibido el bautismo de agua. Pablo consecuente con la fe les invita a recibir el bautismo de Jesús, lo que conlleva recibir también al Espíritu Santo y de esta forma unidos al Señor poder testimoniar la fe de Jesucristo entre las personas, poder superar las dificultades del camino en la vida presente.

Hoy como ayer experimentamos la oscuridad y las dificultades del camino, la luz de los hombres se deja ver, pero no siempre disipa las tinieblas, en ocasiones el afán de poder y dominio prevalecen sobre el bien común y crean una gran confusión. El evangelio ilumina la vida de cada uno de nosotros cuando Jesús nos dice que venimos de Dios y a Dios volveremos, una clave para valorar realmente las cosas humanas.

-Pidamos por la paz en el mundo.

-Pidamos por la salud de todos los enfermos.

-Pidamos por las vocaciones al sacerdocio.

-Pidamos por la unidad de todas las familias.