Reflexión lunes 13 de noviembre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,1-6):
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: «Lo siento», lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.»
El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar.» Y os obedecería.»
Palabra del Señor
Reflexión
Auméntanos la fe, le dijeron los apóstoles al Señor, cuando les dijo que si un hermano te ofende siete veces en un día, y siete veces te vuelve a decir: “Me arrepiento”, lo perdonarás. Nosotros como los discípulos le pedimos lo mismo, Señor auméntanos la fe. La fe es seguir a la persona de Jesús, amar a Jesús, lo que nos lleva a cumplir con libertad sus mandamientos, un camino para la paz y la felicidad. El bien mayor, el amor de Dios, suple las deficiencias que hay en todos nosotros, pero hemos de dejar que ilumine, nuestro interior, nuestro corazón y así poder comprender lo que hace Dios con nosotros, que nos perdona siempre. Si tuviéramos siempre presente esta luz que viene de Dios no escandalizaríamos nunca, al menos de forma consciente, porque Dios nos invita a ser justos, pacíficos, bondadosos, misericordiosos, limpios de corazón.
El texto del libro de la Sabiduría, que leemos hoy, es una invitación a la inteligencia para el momento presente: “Amad la justicia los que gobernáis la tierra, tened rectos pensamientos sobre el Señor, y buscadlo con sencillez de corazón. Porque se manifiesta a quienes no exigen pruebas, se revela a quienes no desconfían. Los pensamientos torcidos alejan de Dios, y el poder, puesto a prueba, confunde a los necios.” Es verdad, el poder pone a prueba el corazón humano, su bondad, generosidad, amabilidad o también su vanidad, engreimiento y desprecio de los demás, es una oportunidad para mejorar la vida de los demás pero también para confundir y generar desigualdades e in justicias.
Cuando contemplamos la grandeza del corazón humano y la grandeza del universo, deberíamos sentirnos agradecidos al Creador porque nos ha brindado la oportunidad de vivir. Pero el mal actúa siempre, es una realidad que hay que combatir. El Señor sufrió la tentación del demonio y la superó, pero cuando el hombre se deja arrastrar por el mal escandaliza y genera toda la miseria que hoy, tristemente, vemos.
-Te pedimos Señor por la paz en el mundo entero.
-Por la salud de todos los enfermos.
-Por los que gobiernan las naciones para trabajen por la paz y el bien común.