31 mar

Reflexión lunes 31 de marzo

Lectura del santo evangelio según san Juan 4, 43-54.

En aquel tiempo, salió Jesús de Samaria para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación: «Un profeta no es estimado en su propia patria

Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.

Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: «Como no veáis signos y prodigios, no creéis.» El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño.» Jesús le contesta: «Anda, tu hijo está curado

El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Hoy a la una lo dejó la fiebre.» El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando Jesús le había dicho: «Tu hijo está curado.» Y creyó él con toda su familia.

Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Queridos amigos y amigas:

Jesucristo, dame una fe real y verdadera que transforme mis actitudes para hacer siempre el bien.

Nuestra fe objetivamente tiene un libro que fundamenta e ilumina nuestras vidas. Es el libro de la Palabra de Dios, la Sagrada Escritura, que realiza lo que significa. Como palabra salvadora se manifiesta en este evangelio.

Cuando el funcionario real llegó a casa preguntó a qué hora había comenzado la mejoría de su hijo, le dijeron ayer a la hora séptima, entonces recordó que era la hora en que Jesús le dijo: “Anda tu hijo vive”.

La Palabra de Jesús sana, cura a las personas, tiene capacidad para actualizar la salvación que viene del Señor. La exigencia que nos pide es muy humana acogerla, meditarla, guardarla, cumplirla. Algo tan sencillo se nos olvida con mucha frecuencia, porque nos olvidamos y porque queremos ver signos evidentes que entren por los ojos.

La cuaresma es un camino de conversión que nos conduce a un Dios que se hace historia en la Cruz y por eso mismo nos deja desconcertados porque rompe todos los esquemas humanos de poder, de dominio y bienestar humanos.

Como dice Pablo escándalo para unos y necedad para otros. Siendo Dios aceptó la Cruz, teniendo palabras de vida quiso experimentar la muerte, de manera que su Palabra nos envuelve en el misterio y nos invita a contemplarlo.

La curación instantánea parece que hace más fácil creer en su Palabra, la contemplación del misterio nos mantiene en esta confianza y alimenta nuestra esperanza de poder ver y contemplar la luz, el cielo y la tierra nueva.

¡Feliz día!, disfrutad y dejaos moldear por Dios.

pastoral

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