Reflexión martes 2 de junio
Mc 12,13-17
Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios, a Dios.
En aquel tiempo, mandaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregunta.
Se acercaron y le dijeron:
— Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó:
— ¿Por qué intentáis cogerme? Traedme un denario, que lo vea.
Se lo trajeron.
Y él les preguntó:
—¿De quién es esta cara y esta inscripción?
Le contestaron:
—Del César.
Les replicó:
—Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios.
Se quedaron admirados.
REFLEXIÓN
Muchos comerciantes judíos usaban monedas romanas para sus negocios. Unos de ellos estaban, en esta ocasión, más interesados en atrapar a Jesús que en recibir una respuesta honesta. La enseñanza de Jesús es rotunda y muy válida en nuestros días. La famosa frase “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” no significa que tengamos que vivir divididos. Es decir, para muchos las cosas del César son las cosas del mundo, mientras que las cosas de Dios son aquellas en las que el hombre se siente religado a un mundo piadoso. Sin embargo, démonos cuenta, lo que es de Dios es de Dios. El verdadero cristiano no comprende su vida, sus relaciones interpersonales, su cuerpo, su trabajo, etc. al margen de Dios. Por lo que, nosotros como cristianos estamos llamados a impregnar con la fe cada acto de nuestra vida social y no sólo expresarla en los actos religiosos.
ORACIÓN
Te pedimos Señor,
que tu Gracia nos impulse
a vencer las dificultades de nuestra vida,
que no temamos a la muerte,
y, así, podamos mostrar al mundo
a Aquel que murió por nosotros.
Amén