Reflexión miércoles 28 de mayo
Lectura del santo evangelio según san Juan (16,12-15):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».
Palabra del Señor
Reflexión
Las palabras de despedida de Jesús en el cenáculo reconocen que su comunicación no se ha completado. El tiempo de Jesús entre nosotros ha sido limitado. Eran tantas las cosas que tenía que decirnos que aún queda mucho por comunicar. Podemos pensar que nos está hablando de mensajes personales, que quiere comunicar a cada uno de nosotros. Eso implica que hemos de estar atentos, abiertos a su palabra, con el deseo de conocer cuál es su voluntad para cada uno de nosotros. Es una comunicación en el Espíritu, por eso hemos de escuchar sobre todo la voz interior, que el Señor nos da, y también las circunstancias en las que Dios también nos habla, nos llama, nos pide que nos pongamos al servicio de los hermanos. El objetivo final es que con nuestras vidas glorifiquemos al Señor Jesús.





