Por qué no se debe inmovilizar con férula fija un esguince de tobillo
En deportes como tenis, fútbol, baloncesto, artes marciales y un largo etcétera, hay pocos practicantes que no hayan sufrido un esguince de tobillo, lesión que también puede ocurrir por una caída fortuita en las escaleras del portal de casa o por otro tipo de accidentes no relacionados con el deporte. La lesión es frecuente, pero también es frecuente que el tratamiento aplicado no sea el correcto, por ello quiero exponer por qué no se debe inmovilizar con férula fija un esguince de tobillo.
Una férula es un elemento fijador que ayuda a mantener la zona lesionada en la posición correcta, a la vez que impide el movimiento. En el caso de los esguinces, la férula consiste en un yeso en la parte posterior, que se fija con varios vendajes para proteger a la piel de heridas y para asegurar que el yeso cumple su función. Sin embargo, en los esguinces leves o moderados no es una buena idea la inmovilización con férula fija.
Recordando: ¿Qué es un esguince de tobillo?
En principio, recordemos que un esguince es una lesión que afecta principalmente a los ligamentos, aunque también otras estructuras se ven dañadas. No existe fractura ni fisura ósea, ni roturas musculares: sólo roturas de fibras del ligamento. Dependiendo de la cantidad de fibras rotas, se suele hablar de grado I, II y III.
En el grado I no hay rotura (o sólo de muy pocas fibras). Hay distensión. En el Grado II, hay rotura de mayor número de fibras, mientras que en el grado III, hay rotura completa. Aquí tenéis esta información sobre los grados de esguince de tobillo algo más explicada.
El grado III suele necesitar tratamiento quirúrgico, y puede que inmovilización completa (con férula, o yeso). Sin embargo, los esguinces más frecuentes (grados I y II, o también llamados leves y moderados) no necesitan inmovilización, debido a que la rotura no es completa. Los ligamentos del tobillo fijan la articulación, limitan el movimiento y orientan a los segmentos a que se muevan en el sentido adecuado, pero no son elementos que reciban carga del peso del cuerpo.
Es decir, que manteniendo una inmovilización relativa (vendaje compresivo, vendaje funcional…) el tobillo puede estar estable y seguir cumpliendo su función de apoyo. Lógicamente existirá cojera, pero no es necesario incapacitar 15 días a la persona con una férula. Después de un período así de inmovilidad total, el tobillo ha perdido fuerza muscular, el pie no está acostumbrado a apoyar, hay sensación extraña al ponerse el zapato… Además de que lo más probable es que continúe el dolor y la inflamación.
Ventajas de no utilizar la férula en los esguinces leves y moderados
- Permite el tratamiento precoz: Para aliviar la inflamación y el dolor. Permite aplicar masaje, movilizaciones, ejercicios de potenciación muscular… Todo lo necesario para garantizar una recuperación buena, sin recaídas.
- Permite el apoyo precoz: Como he dicho, un esguince leve o moderado no necesita descarga del peso del cuerpo. No hay justificación para no apoyar, además de que no trabajar esa musculatura hace que se pierda fuerza, agilidad y capacidad de responder ante estímulos lesionales.
- Permite incluso competir: ¿Habéis visto algún deportista que deje de competir por tener un esguince de tobillo? Vale que ellos están más entrenados, tienen más medios y tal, pero el caso es que existen vendajes funcionales que inmovilizan el tobillo sólo en el movimiento que provoca dolor y favorece la repetición de la lesión, pero permiten correr o saltar. Lógicamente, no al 100%, pero lo suficiente como para ir al trabajo o hacer vida normal, o como digo, competir si es necesario.
En definitiva, el usar férula de yeso “para todo” es un comportamiento que se basa en lo que se hacía antes, cuando no había tantos conocimientos, información y medios. Lo normal ya es que los esguinces leves o moderados no se inmovilicen de esta forma, y que se traten de forma precoz, pero es cierto que todavía hay bastantes personas a las que le ponen férulas. No habría problema si es una férula que permita ponerse y quitarse, pero lo habitual es que se usen férulas rígidas de yeso, con una inmovilización de 15 días.
Suelen llegar muchas consultas de este tipo, y la recomendación siempre es que si no hay rotura y el esguince no es grave (no es grado III) volver a consultar con el médico, y que les retiren la férula y acudan a fisioterapia, que eso sí que sirve para curar los esguinces y que no haya recaídas.