MÁS CORAZÓN EN LAS MANOS (Psicología del Cuidado)

PSICOLOGIA

MÁS CORAZÓN EN LAS MANOS

(Camilo de Lelis, patrono de enfermos, enfermeros y hospitales. S XVI)

Autores: Profesores de Psicología del cuidado

Nada define mejor el trabajo de un buen enfermero que el enfoque holístico de los cuidados. Desde las primeras clases en la Facultad, cada profesor insiste en la importancia de contemplar y cuidar a la persona en todas sus dimensiones. Esta forma de entender el cuidado nos convence e ilusiona, y convertimos esa atención integral en nuestra premisa básica de los cuidados enfermeros.

Sin embargo, lo realmente complejo es llevarlo a la práctica. Podemos repetir una técnica o procedimiento muchas veces hasta que la aprendemos. Pero en la relación personal es donde se manifiesta la complejidad y variabilidad de las personas, que hace que cada uno de nosotros seamos únicos. Por tanto, debemos prepararnos con empeño para poder dar esa atención integral tan importante.

La asignatura de Psicología del cuidado nos ayuda a entender cómo las personas piensan, sienten y se comportan. Y, sobre todo, cómo les afectan las situaciones de enfermedad o crisis, lo que sienten y lo que les preocupa cuando están viviendo una situación difícil. Pero también nos ayuda a relacionarnos con los demás de un modo más satisfactorio. La comunicación es una necesidad humana y todos tenemos ciertas habilidades para ello. Pero la buena noticia es que estas habilidades se pueden (y deben) mejorar.

A lo largo de la asignatura trabajamos habilidades y cuestiones como la empatía, la asertividad, el valor de la persona,… todas ellas necesarias para establecer una relación de ayuda. Nuestro objetivo como enfermeros es siempre el bienestar del paciente, pero estas habilidades nos ayudan también a nivel personal. No solo podemos conocernos mejor a nosotros mismos, sino que vamos a relacionarnos de manera más adecuada también en nuestro entorno: familia, amigos, etc. Además se ha podido comprobar como la mejora de las habilidades de comunicación por parte de los profesionales se relaciona con unos mejores resultados de salud física, mental, funcional y subjetiva. Esto se traduce en incrementos en la satisfacción, y no sólo de los pacientes sino también de los profesionales

La atención a los aspectos psicosociales no se queda únicamente en las aulas. En la actualidad, los congresos y jornadas de Enfermería recogen también esta inquietud. Así, el premio a la mejor comunicación en el Congreso Nacional de Enfermería de Urgencias y Emergencias celebrado el pasado mes de mayo en Málaga fue para la ponencia “El miedo ante la muerte y la resiliencia en los profesionales de urgencias del Hospital de León” cuyas autoras defienden la importancia de saber gestionar las emociones y sentimientos de los profesionales sanitarios ante situaciones de sufrimiento de los pacientes y como esta gestión emocional puede ayudar a mejorar la calidad de los cuidados. O las próximas Jornadas nacionales en cuidados paliativos, que se están preparando bajo el sugerente lema “cuidados invisibles, cuidados imprescindibles”.

Sin embargo, no podemos olvidarnos de lo aprendido una vez aprobamos la asignatura. Es fundamental actualizar y complementar lo aprendido en clase. A nuestro alrededor encontraremos muchas opciones de formación, todas ellas muy interesantes, para seguir creciendo a nivel profesional y, por qué no, personal. No las dejéis pasar.

Nosotros os proponemos el curso de verano “Acompañar en el sufrimiento”, un curso organizado por la Facultad y en el que participan algunos de vuestros profesores junto con otros expertos en ámbitos como la relación de ayuda, la compasión o el manejo de las emociones. Además, en la mesa redonda final, distintos profesionales nos informarán sobre recursos de apoyo, tanto para pacientes como para profesionales, quizás poco conocidos pero de gran utilidad. Si os interesa, tenéis la información del curso de verano en la siguiente dirección:

https://www.ucv.es/oferta-academica/cursos-de-verano/cursos/acompanar-en-el-sufrimiento

Y a modo de conclusión, tres pequeñas consideraciones para empezar a poner en práctica lo aprendido hasta el momento:

  • Escucha sin juzgar y toma tiempo para reflexionar antes de hablar.
  • Ten en cuenta las emociones del paciente, no solo lo que nos dice. Muchas veces, el miedo o el enfado se intenta esconder.
  • Piensa en situaciones similares que hayas vivido. Recordar cómo te sentiste te ayudará a entender mejor a los pacientes.

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