Experiencia de Ana Teixeira, alumna internacional de la Universidade Católica Portuguesa que estuvo realizando su movilidad Erasmus en la Facultad de Enfermería de la UCV.

“Cuando me mudé a Valencia salí completamente de mi zona de confort, salí de casa de mis padres, es la primera vez que vivía sola y en un país diferente. Todo lo que toma proporciones diferentes cuando dejas de estar sobre la alzada de tus padres y te dedicas a vivir la vida por tu cuenta. Además, de gestionar toda la parte emocional que este tipo de cambio acarrea y que te moldea según la realidad que estás viviendo. Valencia me recibió de brazos abiertos, con mil sonrisas diarias y con mucha voluntad de ser y hacer. Esta ciudad forma parte de mí, desde los primeros días he conectado con su ambiente, un proceso gradual, pero rápido. No tenía sentido ser de otra manera, ya que esta experiencia dura sólo 5 meses y por eso, siempre sentí que tenía que aprovechar al máximo y vivir todo de forma intensa.

Además, tuve la oportunidad de conocer personas de países tan diferentes del mío y con costumbres tan distintas, incluso vivir con ellas, compartir la casa con ellas. He podido percibir que la manera en que somos educados es tan diferente, que el respeto es siempre la base de cualquier relación e incluso cuando no estábamos de acuerdo en algo, era la forma de decirlo lo que haría la diferencia. Y, para un grupo de amigos portugueses es bueno tener amigos de diferentes países y conocer a personas de todos los rincones del planeta, pero no hay nada como tener uno de los tuyos contigo. La forma en que nos relacionamos es completamente diferente y eso es bueno, ya que mis compañeros también hicieron mucho de mi recorrido como estudiante de Erasmus.

Esta experiencia me hizo mirar la vida con otros ojos, otras prioridades, de otra forma. Me hizo dar mucho más valor a mi familia y acercarnos aún más.

Al principio no fue fácil, pero nunca lo es. Caída de paracaídas en otro lugar, sin conocer a nadie y prácticamente no hablar el idioma hace que las cosas sean así. Ayudó inmensamente tener a mi lado a mi amiga y compañera en esta aventura. Porque cuando tienes a alguien con quien compartir la situación se hace más ligera. Y con el tiempo, todo va mejor.

Esta aventura nos permite conocernos a nosotros mismos, tener conciencia de lo que somos, de lo que queremos, de lo que no queremos y de lo que realmente es importante para nosotros. Te permite ser más que lo que ya eres y tener la responsabilidad de todo, enteramente todo lo que eliges para tu vida y para ti. No siempre los días son fáciles de aguantar, hay días en que la nostalgia es mayor que cualquier otra cosa, pero pasa y el día siguiente hay más oportunidades de hacer la diferencia.”

Muchas gracias Ana  por compartir tu experiencia con nosotros. Te deseamos lo mejor en el futuro!