Pablo España, profesor de español del Instituto de Lenguas (IDL), ha realizado durante cinco días una estancia de docencia en la University of Gdańsk, en Polonia. Nos comparte su experiencia en esta enriquecedora aventura académica e intercultural.

Hace unos días regresé de una estancia de cinco días en la Universidad de Gdansk, y no puedo dejar de pensar en lo enriquecedora y especial que fue esta experiencia. Además de aprender muchísimo, me sentí completamente acogido y valorado por todos los que hicieron posible que esta visita se desarrollara de manera tan agradable y fluida.

Quiero destacar la labor de la Universidad de Gdansk, que me recibió con los brazos abiertos. Desde el primer contacto hasta el último día, todo estuvo perfectamente organizado, ajustado a su calendario académico y diseñado para que mi visita fuera provechosa y cómoda. Sé que muchas personas, antes de hacer una estancia como esta, pueden sentir que alteran el funcionamiento normal de la universidad anfitriona. Sin embargo, mi experiencia fue todo lo contrario: en Gdansk estaban encantados de recibirme. Su entusiasmo y disposición hicieron que me sintiera muy cómodo desde el primer momento. Es más, me transmitieron que las visitas de profesores de otras instituciones no solo son bienvenidas, sino que las valoran enormemente como una oportunidad de aprendizaje mutuo e intercambio.

Quiero agradecer especialmente a Adriana Ruta-Wojciechowska, coordinadora del departamento Erasmus, por su cercanía y apoyo constante. Monika Gawin, profesora de español en el grado de Turismo, fue la primera persona con quien contacté, y su calidez y generosidad me dejaron una excelente primera impresión. Monika me abrió las puertas tanto de su clase de español como de polaco como lengua extranjera, lo que me permitió conocer diferentes enfoques pedagógicos y participar de manera activa.

También quiero mencionar a Emilia Krzywańska-Frankowska, directora del Centro de Lenguas Extranjeras, quien me hizo sentir muy acogido y valorado como parte de su institución. Organizó una reunión con profesores del centro que incluyó una mesa llena de comida y dulces típicos polacos.

Agradezco igualmente a Agnieszka Szymianiec, profesora de español en el grado de Economía, y a Oliwia Grzegorczyk, profesora de español en el grado de Relaciones Internacionales. Ambas me abrieron las puertas de sus clases y me dieron la oportunidad de trabajar directamente con sus estudiantes, quienes mostraron un gran interés por mi visita.

Durante estos días, pude participar activamente en clases con estudiantes polacos de distintos grados que estudian español como parte de su currículum. Fue una gran satisfacción poder acercarles nuestra lengua, destacando su importancia en campos como el turismo, la economía y las relaciones internacionales.

Mi visita fue la primera colaboración entre nuestras universidades. Esto abrió la puerta a futuras iniciativas y creó la posibilidad de que sus profesores y estudiantes conozcan nuestra universidad. De hecho, estoy esperando con ilusión la visita de alguno de los profesores de Gdansk, que ya han mostrado muchas ganas de venir.

Todos los trámites fueron sencillos y la organización de mi estancia fue impecable. Desde el primer momento, me sentí como en casa. La buena disposición de todos los que me recibieron hizo que todo fluyera de manera natural.

En resumen, esta experiencia no solo me permitió aprender y crecer profesionalmente, sino también establecer lazos que estoy seguro continuarán fortaleciéndose en el futuro. Agradezco profundamente a la Universidad de Gdansk por su hospitalidad y entusiasmo, y espero que esta sea solo la primera de muchas colaboraciones entre nuestras instituciones. ¡Os animo a todos a participar en este tipo de movilidades internacionales!