Estrés y trastornos de voz
A finales del año pasado apareció en el suplemento Buena Vida del diario El País (18/11/2014), un artículo titulado «¿Por qué me quedo afónico cuando estoy cansado?», firmado por Nuria Corredor y asesorado por Lidia Rodríguez García, Vicepresidenta 2ª de AELFA (Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología), que trata de mostrar las relaciones existentes entre el estrés y los trastornos de voz.
Según la Asociación Española de Otorrinolaringología (SEORL) un 5% de la población española sufre algún tipo de trastorno de voz, de los que un número elevado se deben a un exceso de tensión, generado, quizás, y sólo quizás, por una situación de estrés.
Aunque a nuestro parecer el artículo publicado en El País confunde conceptos importantes en la profesión, como el de asociar tensión (entendemos que muscular) con la categoría diagnóstica de disfonía psicógena, sí nos parece acertado el hecho de mostrar cómo la voz, y por lo tanto su calidad, se relaciona negativamente con el círculo formado por ansiedad, tensión muscular, cansancio, estrés, entre otros.
Quedan, sin embargo, algunos tópicos o afirmaciones excesivamente repetidas en el ámbito de la profesión que no han sido contrastadas y sobre las que conviene reflexionar. Así, en un momento dado del artículo se afirma que una voz nerviosa, una voz que denota estrés, se caracteriza por una respiración bucal entre pausas. Ante dicha afirmación, lanzo una pregunta: ¿Alguien respira por la nariz en una conversación cotidiana, normal?¿No se habrá sobrevalorado la respiración nasal, al menos en el acto de habla?
Aquí tenéis el enlace al artículo completo