Reflexión lunes 5 de febrero
En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos terminaron la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.
Palabra del Señor.
San Marcos nos presenta a Jesús con una gran actividad, buscado y rodeado de mucha gente. En otro momento dice el evangelio que no tenía tiempo para descansar. Cafarnaún era el centro de la actividad misionera del Señor en Galilea. ¿Qué buscaba la gente? Con toda seguridad alivio para sus males, lo tocaban y quedaban sanos, aunque solo fuera la orla de su manto. Jesús no rehúye el contacto con las personas, se muestra cercano y complaciente. Hoy, como entonces, las personas siguen aquejadas de muchos males, es verdad que se han logrado grandes avances en el tratamiento de las enfermedades, pero el mal de la guerra y la ambición humana de dominio y poder sobre las personas sigue causando dolor y sufrimiento en el mundo. Un solo telediario y quedamos saturados de desgracias provocadas por el hombre. Tenemos que aprender de Jesús y crear condiciones en la Iglesia y en el vida que favorezcan el encuentro con el Señor y el despertar de la fe. ¿Cómo hacerlo? No es fácil, primero hemos de mirarnos a nosotros mismos y confrontar nuestro manera de vivir y comportarse con la persona de Jesús y su evangelio. Seguro que hay actitudes y conductas en nosotros que tenemos que cambiar, la acogida de las personas, el trato humilde y sencillo, la actitud orante, la capacidad para perdonar…
Si contemplamos nuestras comunidades parroquiales nos daremos cuenta que también hay cosas que podemos mejorar, nuestras celebraciones, la dimensión caritativa, la formación en la fe. La parroquia sigue siendo un lugar apto para crear las condiciones que ayuden a encontrar a Dios, una referencia como lugar religioso, pero hay que ser constantes aunque a veces la respuesta sea pobre. Hay que estar siempre dispuestos a dar razón de nuestra fe, hay personas que necesitan ver la puerta abierta del templo para entrar, aunque solo sea un momento. Como en el evangelio aunque sea solo tocar la orla del manto, encender una vela, ver la imagen de la Virgen o de los santos.
-Te pedimos Señor por la paz en el mundo.
-Te pedimos Señor por la salud de todos los enfermos.
-Te pedimos Señor que en la Iglesia sepamos acoger a todos como hijos de Dios.