Reflexión lunes 8 de julio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,18-26):
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: «Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá.»
Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que con sólo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado.» Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: «¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por toda aquella comarca.
Palabra del Señor
Reflexión
Hemos iniciado el periodo vacacional, podemos cambiar de residencia y de actividades, pero la palabra del Señor permanece siempre con nosotros. Jesús está anunciando el Reino de Dios, su misión más importante. Pero la gente se acerca para pedirle un favor de palabra o simplemente tocándolo. El Reino de Dios es vida y la misión de Jesús es dar vida en plenitud. La necesidad de las personas no está al margen de la predicación a ellas van dirigidas las palabras del Señor. La palabra y su realización caminan de la mano en Jesús atendiendo la necesidad, en este caso, de la niña del jefe de la sinagoga, que acaba de morir según su padre, y de la mujer que le toca el manto, la fe explícita y la fe implícita. El jefe de la sinagoga hace una manifestación explícita del poder que tiene Jesús, ha debido escuchar los prodigios realizados por el Señor y por eso acude a Él con toda confianza “impón tu mano sobre ella y vivirá”. La mujer no dice nada, pensaba “que con solo tocarle el manto se curaría”, lleva implícita la confianza en el poder del Señor. Para Jesús son las personas lo que importa, personas con las que acepta tener una relación personal, no son seres anónimos.
Jesús se mueve con las personas y participa de sus preocupaciones, habla a la gente, se levanta y sigue con sus discípulos al jefe de la sinagoga, se deja tocar, pero es consciente del gesto de la mujer, entra en la casa y coge a la niña de su mano y ella se levantó. La noticia dice san Mateo si divulgó por toda la comarca. Jesús participa de la vida de la gente, se mezcla con la gente y lleva a todos el mensaje de la esperanza, la misericordia y el perdón. Un gran ejemplo para nuestra sociedad, en la que cada vez las personas aquejadas por cualquier limitación son olvidadas o alejadas de la relación intima y personal. Ojalá todos los que se acercan a la Iglesia encuentren esta acogida y se sientan acompañados. El cuidado y la cercanía serán las herramientas por las que Cristo sigue actuando. En esta relación todos hemos de darnos cuenta de su importancia, tanto sacerdotes como fieles laicos.
-Oremos por la paz en el mundo.
-Oremos por la unidad de todas las familias.
-Oremos por la salud de todos los enfermos.
-Oremos por las vocaciones sacerdotales.