Reflexión sábado 25 de enero
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-18
En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Palabra del Señor
Reflexión
El Señor nos envía a continuar su misión: proclamar la Buena Noticia, que es Él mismo, para acompañar a las personas en sus fatigas y dolores, y responder al mal del mundo con misericordia.
La misión de Jesús nos ha sido confiada personalmente, y Él nos asegura su presencia y compañía en este camino. ¡Qué maravilloso es saber que nuestra misión en este mundo se une a la suya! Ambos sueños —el de Dios y el nuestro— convergen en nuestro sí, en nuestra confianza diaria para hacer realidad su Reino en lo cotidiano.
Que nuestra respuesta a este llamado sea constante y generosa, transformando lo ordinario en un espacio donde el amor, la esperanza y la misericordia de Dios se hagan visibles.