Reflexión del lunes, 15 de febrero
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 11-13
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo:
«¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os digo que no se le dará un signo a esta generación.
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor
REFLEXIÓN
La relación de los fariseos con Jesús casi siempre reviste un carácter polémico, salvo raras excepciones. El enfrentamiento culminó con la muerte del Señor en la Cruz como signo definitivo. La historia humana interpretada por las personas no es uniforme, cada uno tiene su manera particular de interpretar los hechos, de percibir la realidad. El Señor se sometió a la condición humana en todo menos en el pecado, por eso los fariseos piden un signo. No les bastaban las palabras y los hechos que realizaba Jesús, es decir, el deseo de este grupo era dominarlo, porque ellos apegados a sus tradiciones se atribuían la interpretación y el dominio de la Ley.
La prueba también es para nosotros, nos gusta dominar, imponerse, argumentamos con nuestro saber y nuestra verdad, pero la realidad no la cambiamos, nos supera y sorprende siempre en lo que tiene de belleza y en lo que tiene de adversidad, entre ambas la persona de Jesús es la mejor mediación, solo Él tiene palabras de vida eterna, asume la hermosura y la fragilidad y nos regala la esperanza de un día nuevo en nuestra vida.
El momento es duro para aquellas personas que sufren la epidemia y cualquier enfermedad. Admirables las personas que cuidan de la salud de los enfermos arriesgando su vida, son un signo real de entrega y servicio a los demás, algo que resulta muy familiar con la persona e Nuestro Señor, porque es legítimo ver con los ojos de la fe el trabajo de todas las personas que trabajan en los hospitales. Hay más signos en la vida diaria pero este se nos impone en el momento actual.
-Señor que tu Iglesia sea signo de amor, sencillez y servicio a los demás.
-Te pedimos por todos los enfermos para que no pierdan la esperanza.
-Por todas las personas que cuidan de los enfermos que nos les falte la salud.