17 ene

Reflexión domingo 17 de enero

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,35-42):

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.
Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?»
Él les dijo: «Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús.
Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»

Palabra del Señor

Reflexión

 Nos encontramos hoy con el primer domingo “normal” del Tiempo Ordinario, ya que el pasado domingo culminábamos el tiempo de Navidad con la solemnidad del Bautismo del Señor. Y empezar un nuevo tiempo litúrgico en la Iglesia, siempre es una nueva oportunidad para acrecentar nuestra esperanza de tener un encuentro verdadero con Jesús que transforme nuestra vida y nos introduzca un poco más en su Reino.

El Evangelio de esta semana nos sitúa al inicio de la misión de Jesús y nos narra el encuentro con sus primeros discípulos. Jesús pasa -no es un simple comentario de evangelista; Jesús es el que continuamente va pasando por nuestra vida, el que va haciendo “pascua” (paso) y nos invita a seguirle-, y Juan da testimonio de él diciendo que es el “cordero de Dios” (el cordero de Abraham, el cordero del Éxodo y de la fiesta pascual, el cordero que carga con los pecados en la fiesta del perdón (Yom kipur) …). Los discípulos al escuchar a su maestro Juan hablar así de Jesús comienzan a seguirlo y se establece un diálogo precioso que hoy se actualiza con nosotros.

¿Qué buscas? ¿qué buscas hoy en Jesús, en su Iglesia? ¿Buscas uno que solucione los problemas de tu vida, uno que aparte de ti el sufrimiento? (¿Buscas salud, dinero y amor?) Quizá si somos sinceros, nos damos cuenta de que a veces buscamos en Jesús una especie de genio de la lámpara que aparte de nosotros lo que nos molesta…

Los discípulos le contestan con otra pregunta: ¿Dónde vives? Algo así como: Jesús queremos conocerte… Me han hablado de ti, creo que puedes ser un buen maestro que me ayude y me enseñe en la vida (Rabí)… ¿Qué te parece? ¿podemos ir contigo?

Y Jesús los anima a hacer experiencia de Él: “Venid y lo veréis”. No sirve con oír o saber cosas acerca de mí, no es un partido que puedas ver desde la grada… Tienes que ponerte en camino, dejar ciertas seguridades y venirte detrás de mí.

Necesitamos hacer esta experiencia, fiarnos de verdad de Cristo, de su Evangelio y de su Iglesia y comenzar a caminar detrás de Él como verdaderos discípulos. Hacer experiencia de Él nos convertirá en verdaderos apóstoles de su amor y su misericordia.

SI alguno tiene sed, que venga a mí y beba, de sus entrañas manarán ríos de agua viva (Jn 7, 37)

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