17 mar

Reflexión domingo 17 de marzo

Lectura del santo evangelio según san Juan (12,20-33):

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.»
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este. mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.»
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.»
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.»
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Palabra del Señor

Reflexión

Nos encontramos hoy en el último domingo del tiempo de Cuaresma, tiempo de preparación a la Semana Santa. Durante este tiempo, hemos preparado nuestra alma y nuestro corazón para acompañar a Jesús camino del calvario, con nuestros esfuerzos y con nuestros sacrificios y sobre todo amoldando nuestro corazón al Corazón de Jesús.

En el evangelio de hoy, aparece una frase muy bonita que es la siguiente: Queremos ver a Jesús.

Ojalá que este también sea nuestro anhelo y nuestro deseo de estar con Jesús siempre. Para eso tendremos que ser buenos cristianos. Tomarnos en serio el ejemplo de cristo y con si gracia poder ponerlo en práctica. Ojalá que en este tiempo de cuaresma que termina le pidamos a Jesús que queremos estar siempre con Él, que Él este siempre con nosotros porque con Él siempre podremos seguir adelante con alegría y con esperanza.

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