Reflexión jueves 1 de febrero
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra del Señor
Reflexión
Jesús envía a los apóstoles para predicar la conversión. Es como un ejercicio práctico de la misión que les confiará al final de su estancia entre nosotros. La misión no es propia ni personal. Es un don recibido y tiene carácter comunitario, por eso los envía de dos en dos. Van con la autoridad y el poder de Jesús para realizar los signos que Él hace. Es importante que la misión se realice con medios sencillos. La fuerza de la misión está en el mensaje no en los medios. El Señor les advierte que no todo va a ser fácil. En algún sitio los acogerán, allí han de permanecer en la casa que les recibe. Pero en otros lugares no les escucharán. No deben bloquearse ni paralizar la misión. Jesús les invita a hacer un gesto que les haga ver su responsabilidad y seguir adelante con el anuncio del evangelio.