Reflexión jueves 12 de septiembre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,27-38):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Palabra del Señor
Reflexión
La propuesta que nos hace Jesús parece difícil de realizar solo con nuestras fuerzas. El Señor nos invita a vivir misericordiosamente como Dios hace con nosotros. Eso supone actuar de manera gratuita, sin esperar recompensa. Y, sobre todo, hacer que nuestro amor llegue a aquellos que no lo van a corresponder, o que aparentemente no lo merecen. Se trata de responder bien por mal, esperando que el amor venza al odio. No es una difícil teoría, se concreta en algo tan sencillo como tratar a los demás de mismo modo como a nosotros nos gustaría ser tratados. Una de las maneras más claras de practicar la misericordia es el perdón, la ausencia de juicio o de condena. El Señor nos asegura que nuestra generosidad será recompensada de manera sobreabundante.