Reflexión lunes 13 de octubre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»
Palabra del Señor
Reflexión
El problema de muchos de los contemporáneos de Jesús es que tenían prejuicios que les impedían descubrir la verdad de la persona de Jesús. Querían signos que les confirmaran lo que el Señor afirmaba con sus palabras. La clave está en saber reconocer los signos que ya están presentes ante nuestros ojos. En la persona de Jesús había una sabiduría superior a la de Salomón, presentaba unos signos más potentes que los de Jonás, pero aun así eran incapaces de creer en Él. Esto nos enseña que hay una condición previa a los signos y es la voluntad de creer. Para creer en una persona hay que querer creer. Si somos nosotros los que nos cerramos a la fe, entonces no hay signos que nos hagan salir de nuestro encierro. Reconozcamos los signos de Jesús y su sabiduría para adherirnos a su persona.





