21 dic

Reflexión lunes 21 diciembre

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-45):

En aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

En vísperas del gran acontecimiento de la Natividad de Nuestro Señor FELIZ NAVIDAD para todos. La Buena Noticia nos llega en una situación de debilidad, enfermedad de la propia vida. Una amenaza invisible nos condiciona y limita nuestra actividad. Pero la Buena Noticia llega siempre en circunstancias difíciles, pensemos en la esclavitud de Egipto, la deportación de Babilonia sufridas por el pueblo de Israel. Frente a la adversidad la PALABRA DE Dios se vuelve liberadora, consoladora de la esclavitud del pueblo elegido. Con la misma fuerza proclama Jesús en la sinagoga de Nazaret, recordando a Isaías, la vista a los ciegos, la libertad a los cautivos y un año de gracia del Señor para todos. También Israel está bajo el dominio de Roma y su vida estás condicionada por un poder extranjero. En Nazaret Jesús termina su lectura del profeta diciendo que estas palabras que acabáis de oír se cumplen hoy. Jesús es la Buena Noticia que nos trae la paz, la alegría y la esperanza para el mundo de hoy.

¿Quién acogió y creyó en esta Buena Nueva? María la madre de Jesús. Después del anuncio del ángel Gabriel corre para visitar a su prima Isabel y compartir con ella el gozo de la Buena Nueva. Ambas van a ser madres y este regalo lo celebran con un optimismo desbordante y proclaman abiertamente la fe en Dios. ¿Era más favorable la sociedad de entonces? o ¿Era que la fe recibida con alegría no se podía encerrar? Hoy hemos de mirar a María para que desde la serenidad  la convicción profunda de su fe en el Señor nos haga a todos más fuertes y valientes en la defensa de la vida y en los valores cristianos, paz, justicia, amor y verdad para todos. De nuevo mi más sincero deseo de paz y alegría para todos.

-Oremos por todas LAS FAMILIAS que se mantengan unidas en esta difícil circunstancia.

-Por la paz en el mundo, por el fin de la epidemia.

-Por la salud de todos los enfermos

pastoral

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