Reflexión lunes 22 de enero
Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 24-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.»
Palabra del Señor.
Reflexión
El cristianismo en Valencia tiene su origen en el martirio de San Vicente Mártir y nuestra Universidad Católica tiene un nombre martirial, su testimonio anima y fortalece la fe de todos los cristianos siguiendo los pasos del Señor.
San Agustín dedicó algunos sermones rememorando el martirio de San Vicente. En el oficio de lectura de la festividad podemos leer dos de los sermones de San Agustín, en el primero dice: “La constancia en el sufrimiento que contemplamos en el martirio que hoy conmemoramos es humanamente incomprensible, pero la vemos como algo natural si en este martirio reconocemos el poder divino…era tan grande la crueldad que se ejercitaba en el cuerpo del mártir y tan grande la tranquilidad con que él hablaba…que parecía como si el Vicente que hablaba no fuera el mismo que sufría el martirio” Si contemplamos el martirio de San Vicente meditando las palabras de San Agustín y, si tenemos la ocasión, recorremos los lugares vicentinos en nuestra ciudad, nos daremos cuenta que el paso del tiempo no disminuye la fuerza del martirio, sigue interpelándonos y fortaleciendo nuestro itinerario cristiano. Iluminando el martirio de san Vicente, San Agustín lo hace con estas palabras de Nuestro Señor: “No os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis…el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros”. El Espíritu Santo ha vencido definitivamente al príncipe de los demonios, por eso Jesús dice, en el evangelio de hoy, que negar esta evidencia no tiene perdón, ya que el mal ha sido vencido definitivamente. El Espíritu hablaba por la boca de San Vicente.
San Vicente muere el año 304 en Valencia durante la persecución de Diocleciano, San Agustín muere en el año 430, se puede decir que el martirio de San Vicente muy pronto fue conocido e invocado en toda la Iglesia como lo atestiguan los sermones de San Agustín.
-Pidamos a San Vicente que guie a nuestra Universidad, para que en su labor docente se mantenga firme en la verdad y en la fe.
-Para que auxilie a todos los que sufren males.
-Por la paz en el mundo.