28 nov

Reflexión lunes 28 de noviembre

Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,5-11):

EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: «Ve», y va; al otro: «Ven», y viene; a mi criado: «Haz esto», y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».

Palabra del Señor

REFLEXIÓN

El Adviento es un tiempo litúrgico lleno de esperanza, todo hace referencia al gran misterio de la Encarnación del Hijo de Dios en la noche de Navidad. Las calles, el comercio también se preparan para estas fiestas aunque la motivación sea otra.

La primera lectura del profeta Isaías 2, 1-5 es un hermoso canto a la paz universal. La Jerusalén del final de los tiempos irradiará una paz que transformará las armas en instrumentos de progreso pacífico y pondrá fin al negocio de la guerra: “Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor. Él será juez de las naciones…no alzará la espada nación contra nación, ni se prepararán más para la guerra…venid, caminemos a la luz del Señor.”

El evangelio de Mateo nos recuerda el carácter itinerante del Señor “Al entrar en Cafarnaún se le acercó un centurión suplicándole” El protagonista es este centurión que expone el estado de su criado paralítico que sufre terriblemente. Este jefe siente en su propia persona el dolor de su criado, busca el remedio y pone toda la confianza en Jesús “Di una sola palabra y mi criado quedará sano” Una confianza en el poder absoluto de Jesús. No sabemos cuál era la enfermedad pero eso no es obstáculo para curación por parte de Jesús. El proceso del centurión es ejemplar, solidario con la enfermedad de su criado, humilde en la presencia de Jesús, con actitud suplicante, un ejemplo a seguir en nuestra relación con el Señor. La fuerza de la fe es extraordinaria, así lo reconoce Jesús “Vete y que suceda según tu fe. Y en aquel momento el criado quedó sano”.

¿Cómo nos acercamos nosotros al Señor? ¿Qué intereses nos mueven en nuestras súplicas? La relación con Jesús es fundamental, el amor a su persona tiene que estar impregnado de afecto y confianza, de modo que sintamos su presencia como el aire que respiramos, el amigo que nos acompaña en todo momento. Su venida nos recuerda su cercanía y proximidad a nuestras vidas.

-Pidamos por la paz en el mundo, que el negocio de las armas se transformen en instrumentos de paz y bienestar para todos.

-Por la salud de todos los enfermos.

-Por el nuevo pastor de nuestra iglesia diocesana, D. Enrique, para que el Señor le ilumine en su trabajo pastoral.

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