Reflexión lunes 3 de junio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,1-12):
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas: Un hombre plantó una viña, la cercó, cavó un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue al extranjero. A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los labradores la parte de los frutos que le correspondía. Pero ellos lo agarraron, lo golpearon y lo echaron con las manos vacías. De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y lo llenaron de ultrajes. Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron a muchos otros. Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en último término, pensando: “Respetarán a mi hijo”. Pero los labradores se dijeron: “Este es el heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra”. Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, acabará con los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel pasaje de la Escritura: “La piedra que rechazaron los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”? Entonces buscaban la manera de detener a Jesús, porque comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero tenían miedo de la multitud. Y dejándolo, se marcharon.
Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Queridos amigos y amigas:
La llamada “parábola de los viñadores asesinos” es un resumen de la historia de Israel, esto es lo que nos trae el evangelio de hoy, donde se describe parte del conflicto con los sacerdotes, los ancianos y los escribas.
Jesús da a conocer a los escribas y ancianos cuál es el origen de su autoridad: Él es el Hijo, el heredero. Al mismo tiempo denuncia el abuso de autoridad de los labradores (sacerdotes y ancianos), que manipulan la religión porque no quieren perder la fuente de sus ingresos.
Pero la tentación del poder es permanente, y para todos, por eso vale la pena que nos confrontemos con valentía y sinceridad con el mensaje del evangelio. Una lectura honesta del texto nos obliga a preguntarnos si El Señor es la piedra fundamental en nuestras vidas o si, por el contrario, es un estorbo, una piedra de tropiezo. Si nosotros no respondemos a sus expectativas, Dios “dará el viñedo a otros” y seguirá abriendo caminos nuevos a su proyecto de salvación con otras gentes que produzcan los frutos de justicia que él quiere en su viñedo.
Hoy más que nunca conviene tener claro el proyecto de Jesús y la intención de los hombres de poder. Mucho nos quejamos porque hoy nuestra Iglesia está en crisis… ¿No estará Dios preparando el camino para el nacimiento de una Iglesia más fiel a su proyecto del reino? ¿No es necesaria esta crisis para que nazca una Iglesia menos poderosa pero más evangélica, menos numerosa pero más entregada a hacer un mundo más humano? ¿No vendrán nuevas generaciones más fieles a Dios?
Hoy Dios plantó algo en ti y te pide que lo cultives, que lo hagas fructificar. Tu vida tiene que dar frutos, ¡déjalos crecer! Pero también en esta vida tienes que plantar, ¿qué es lo que has plantado hasta hoy?
Padre Santo, no permitas que caigamos en la tentación de la soberbia, del orgullo, de la avaricia y la mentira. Que aprendamos a amar como Jesucristo nos enseña…
¡Feliz día!, disfrutad y dejaos moldear por Dios.