30 sept

Reflexión lunes 30 de septiembre

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro.»

Palabra del Señor

Reflexión

El libro de Job, que pertenece a los libros sapienciales de la Sagrada Escritura, plantea y responde a una de las preguntas, que más nos inquietan, cuando nos sucede algún percance grave a nosotros, a nuestros amigos, familiares o a cualquier persona: ¿qué he hecho para merecer esta desgracia? Nos encontramos el límite de nuestra capacidad para responder, es decir, no sabemos. La vida de Job experimenta un cambio tremendo de la felicidad a la infelicidad más extrema, pérdida de la riqueza, pérdida de la familia, hasta herirle en la propia salud. En el libro hay una serpiente causante de todo este mal, satán, que ya tuvo su presencia en el libro del Génesis tentando a Adán y Eva y como consecuencia todos experimentamos nuestra fragilidad. Cuando somos conscientes del límite que nos rodea y acompaña en la vida, es posible, como Job que descubramos a Dios “Te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos. Por eso me retracto, y me arrepiento cubierto de polvo y ceniza.” En el comentario del libro de Job 42,1-6, edición La casa de la Biblia, Job se encuentra a sí mismo en la limitación de su condición humana y canta el poder y la grandeza de Dios al tiempo que hace profesión de humildad y reconoce su ignorancia y la audacia de sus pretensiones. Por encima de las ideas, costumbres y tradiciones, Dios es el amigo íntimo del hombre en límite de su propia vida. Así lo expresa Jesús en el evangelio de hoy, Lucas 9,46-50: “El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí…el más pequeño de vosotros es el más importante.” Es la respuesta del Señor frente a las pretensiones de grandeza de los discípulos. El niño manifiesta la persona necesitada de todo, como también los pobres, enfermos, los que sufren alguna discapacidad. Ser humildes es un principio de sabiduría, pues nos permite acceder al encuentro de los demás y al que lo puede todo, es decir, Dios. Cuando más lo necesitamos es en el límite de nuestra vida, porque es la única esperanza, así lo entendió y comprendió Job. Esta realidad de la vida tiene que estar iluminada por la fe, como también nuestra condición de hombres pecadores necesitados del perdón de Dios.

-Oremos por la paz en el mundo.

-Oremos por la salud de todos los enfermos.

-Oremos para que aprendamos como Job a ser humildes y pacientes.

-Oremos por la Universidad Católica de Valencia para que se ejemplo de humildad

entre profesores, alumnos y las personas que trabajan en ella.

pastoral

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