11 oct

Reflexión martes 11 de octubre

LEctura del santo evangelio según san Lucas 11,37-41

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. El entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo:

«Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo».

Palabra del Señor

 

Reflexión

Las diversos ritos que aparecen en los Evangelio dejan claro lo importante que era para los judíos el vivir las tradiciones. La censura de Jesús es clara: de nada sirven esos ritos si la persona está mal por dentro, si no realiza la voluntad de Dios en su vida, si vive para sí misma, replegado en sí, y, por ello, no está en comunión con los hermanos. El hombre “santo” no es aquel que hace las cosas bien porque sí, sino el que las hace porque por dentro es “bueno”, es decir, porque lo quiere ser y lucha por ello con todas sus fuerzas y medios con el fin de armonizar su modo de vivir con tal intención.

Ciertamente, el vivir un rito es importante, pero no por el mero hecho de vivirlo, sino porque este debe expresar algo más profundo. Las situaciones que pueden darse cuando hacemos cosas por el simple hecho de hacerlas son realmente cómicas. Es como lo que dice Chesterton cuando escribe que hay gente que celebra la Navidad sin saber lo que está celebrando. La única conclusión lógica de semejante actitud es que no celebran la Navidad porque están felices por el nacimiento de Cristo, sino que la celebran, comen y beben, para estar felices, que no es lo mismo. El problema es que es muy fácil creerse que se están haciendo las cosas bien, que hasta se es bueno, cuando se está deambulando superficialmente por la vida.

Por tanto, debería resultarnos siempre extraño que haya gente que va a Misa, que la celebra, sin saber que, si la está celebrando, si participa plenamente de Ella, es porque está expresando su unión íntima con Dios y con las personas con las que la está celebrando. Esto es lo que hoy advierte Jesús con su censura.

 

Oración

Señor,

aumenta nuestra fe,

para que la alabanza que sale de nuestros labios

vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna.

Amén.

pastoral

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