Reflexión martes 18 de enero
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»
Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.»
Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»
Palabra del Señor
Reflexión
El Señor Jesús quiere que aprendamos a vivir la ley. No se trata de cumplir una serie de preceptos de manera ciega y mecánica. La ley está puesta al servicio de la salvación del hombre. Nos tiene que ayudar a descubrir el bien y caminar hacia él. Si, por el contrario, nos quedamos con la letra de la ley, difícilmente será una mediación para encontrarnos con el Señor y realizar su voluntad. Por eso hemos de vivir la ley con discernimiento, como ya lo hizo David y como quiere enseñarnos a hacer Jesús. Por eso nuestra ley es Cristo, seguirle cada día, escuchar sus enseñanzas, contemplar sus actitudes. Jesús puso la ley y el sábado al servicio del hombre, por eso curó en sábado. Que no nos quedemos nosotros con la letra de las normas y busquemos el bien de cada persona.