2 nov

Reflexión martes 2 de noviembre

Del Evangelio según san Juan 14,1-6

En la casa de mi Padre hay muchas estancias

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

— «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, «estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».

Tomás le dice:

— «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».

Jesús le responde:

— «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».

Palabra del Señor

Reflexión

Estamos frente al discurso de despedida de Jesús en el que aparecen palabras de estímulo, bondad y promesas a sus asustados discípulos. No hay mapas, no hay compases, únicamente está Él.

Celebramos hoy la solemnidad de los fieles difuntos. Es la fiesta en la que rezamos por todos aquellos que no tenemos la certeza de que están en el Cielo, pues es a la Iglesia a la que le corresponde semejante certeza mediante la proclamación de los santos. Hoy es así un día para pensar en los difuntos y, por esto mismo, en la muerte. Dice san Ambrosio que «en cierto modo, debemos irnos acostumbrando y disponiendo a morir, por este esfuerzo cotidiano, que consiste en ir separando el alma de las concupiscencias del cuerpo». Ciertamente, nos morimos y no sabemos en qué momento sucederá esto, por lo que no es una cuestión irrisoria el prepararse desde la seguridad de que Jesús es nuestra esperanza.

Oración

Escucha Señor nuestras suplicas para que,

al confesar la resurrección de Jesucristo, tu Hijo,

se afiance también nuestra esperanza de que todos tus hijos resucitarán.

Amén.

pastoral

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