Reflexión martes 26 de julio.San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María
Del evangelio según san Mateo 13,16-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
— «¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».
Palabra del Señor
Reflexión
Ante el hecho de las muchas cosas que veamos que pueda tener la gente o de las situaciones que puedan vivir claramente mejores que las nuestras, hay que preguntarse si lo que realmente da la felicidad es ser como ellos, tener lo que ellos tienen y vivir lo que ellos viven, o si lo que da la felicidad es tener iluminado el sentido de la vida, ser capaz de amar a las personas que no son amables, vivir con cierta lucidez porque se sabe que la vida es pasajera e insustancial….; en definitiva, si lo que da la felicidad es el estar en la Iglesia. Ciertamente, con el misterio de la Pascua viene la institución de la Iglesia, y estar en la Iglesia significa vivir recibiendo las cosas que este mundo no nos puede dar y, por ello, sentirse dichoso y agradecido ante las cosas que oímos y vemos.
Oración
Señor, Dios de nuestros padres,
tú concediste a san Joaquín y a santa Ana
la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo;
concédenos,
por la plegaria de estos santos,
la salvación que has prometido a tu pueblo.
Amén.