Evangelio según San Lucas  13,18-21

En aquel tiempo, Jesús decía:

—¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé?

Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.

Y añadió:

—¿A qué compararé el Reino de Dios?

Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.

Palabra del Señor

 Reflexión

Big things have small beginings (film Prometheus). Es verdad. En estas dos breves parábolas, en las que hay pequeños comienzos con grandes finales, se nos está queriendo decir que un simple hombre, un predicador que se recorrió una pequeña zona del vasto Imperio romano con un grupito pequeño de hombres, ha dado lugar a que millones de personas sean cristianas. No solo esto. El origen de nuestra Cultura occidental, tal como es hoy en día, se encuentra en ese itinerante hebreo que tuvo el simple oficio de carpintero. Sí, en ese hombre estaba Dios como en nadie lo ha estado ni estará, pero no por tener tal privilegio hizo grandes cosas a la vista de los poderosos. Él sabía que buscar el éxito comporta su peligro. Es decir, para incomodar a aquellas mentes que quieren lograr grandes cosas sea de la manera que sea, que están más pendientes del resultado de sus acciones que de las mismas acciones, el Evangelio de hoy apunta hacia una dirección como una flecha: haz lo que tienes que hacer porque Dios hará el resto.

Oración

Señor Jesucristo,

luz verdadera que alumbras a todo hombre y le muestras el camino de la salvación, concédenos la abundancia de tu fuerza,

para que preparemos delante de ti caminos de justicia y de paz.

Amén.