3 may

Reflexión martes 3 de mayo

Del evangelio según san Juan 14,6-14

Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces?

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás:

― «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».

Felipe le dice:

― «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».

Jesús le replica:

― «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

Palabra del Señor

Reflexión

«Los apóstoles ―palabra que significa “enviados”―, después de haber elegido a Matías, echándolo a suertes, para sustituir a Judas y completar así el número de doce (apoyados para esto en la autoridad de una profecía contenida en un salmo de David), y después de haber obtenido la fuerza del Espíritu Santo para hablar y realizar milagros, como lo había prometido el Señor, dieron primero en Judea testimonio de la fe en Jesucristo e instituyeron allí Iglesias, después fueron por el mundo para proclamar a las naciones la misma doctrina y la misma fe.

De modo semejante, continuaron fundando Iglesias en cada población, de manera que las demás Iglesias fundadas posteriormente, para ser verdaderas Iglesias, tomaron y siguen tomando de aquellas primeras Iglesias el retoño de su fe y la semilla de su doctrina. Por esto también aquellas Iglesias son consideradas apostólicas, en cuanto que son descendientes de las Iglesias apostólicas.

Es norma general que toda cosa debe ser referida a su origen. Y, por esto, toda la multitud de Iglesias son una con aquella primera Iglesia fundada por los apóstoles, de la que proceden todas las otras. En este sentido son todas primeras y todas apostólicas, en cuanto que todas juntas forman una sola. De esta unidad son prueba la comunión y la paz que reinan entre ellas, así como su mutua fraternidad y hospitalidad. Todo lo cual no tiene otra razón de ser que su unidad en una misma tradición apostólica».

Estas palabras de Tertuliano, uno de los Padres de la Iglesia, que se pueden leer en la 2ª lectura del Oficio de lectura de hoy, ponen de relieve la importancia de estar enraizados a un mismo origen, origen que se dio con la enseñanza de los Apóstoles y que comúnmente se ha llamado Tradición. La consecuencia de esto es que nosotros, cada uno de nosotros, solo somos el eslabón de una cadena que se llama Iglesia, cuya misión es mostrar toda su grandeza remitiendo a su esencia, lo que la fundó y que se conserva y protege en la Tradición. Porque, como dijo Gustav Mahler, «Tradition is not the worship of ashes, but the preservation of fire».

Oración

Señor,

que nos alegras todos los años con la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos por su intercesión,

participar en la muerte y resurrección de tu Hijo,

para que merezcamos llegar a contemplar en el cielo el esplendor de tu gloria.

Amén.

pastoral

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