miercoles 10 de junio

Reflexión miércoles 10 de junio

PRIMERA LECTURA

Que este pueblo sepa que tú eres Dios y que has convertido sus corazones

Lectura del primer libro de los Reyes 1 Re 18, 20-39

En aquellos días, el rey Ajab dio una orden entre todos los hijos de Israel y reunió a los profetas de Baal en el monte Carmelo. Elías se acercó a todo el pueblo y dijo:

«¿Hasta cuándo vais a estar cojeando sobre dos muletas? Si el Señor es Dios, seguidlo; silo es Baal, seguid a Baal».

El pueblo no respondió palabra. Elías continuó:

«Quedo yo solo como profeta del Señor, mientras que son cuatrocientos cincuenta los profetas de Baal. Que nos den dos novillos; que ellos elijan uno, lo descuarticen y lo coloquen sobre la leña, pero sin encender el fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, también sin encender el fuego. Vosotros clamaréis invocando el nombre de vuestro dios y yo clamaré invocando el nombre del Señor. Y el dios que responda por el fuego, ese es Dios».

Todo el pueblo acató:

«¡Está bien lo que propones!».

Elías se dirigió a los profetas de Baal:

«Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, pues sois más numerosos. Clamad invocando el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego».

Tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo:

«¡Baal, respóndenos!».

Mas no hubo voz ni respuesta. Brincaban en torno al altar que habían hecho.

A mediodía, Elías se puso a burlarse de ellos:

«Gritad con voz más fuerte, porque él es dios, pero tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará de camino; tal vez esté dormido y despertará!».

Entonces gritaron con voz más fuerte, haciéndose incisiones con cuchillos y lancetas hasta chorrear sangre por sus cuerpos según su costumbre.

Pasado el mediodía, entraron en trance hasta la hora de presentar las ofrendas, pero no hubo voz, no hubo quien escuchara ni quien respondiese.

Elías dijo a todo el pueblo:

«Acercaos a mí», y todo el pueblo se acercó a él. Entonces se puso a restaurar el altar del Señor, que había sido demolido. Tomó Elías doce piedras según el número de tribus de los hijos de Jacob, al que se había dirigido esta palabra del Señor:

«Tu nombre será Israel».

Erigió con las piedras un altar al nombre del Señor e hizo alrededor una zanja de una capacidad de un par de arrobas de semilla. Luego dispuso leña, descuartizó el novillo y lo colocó encima.

«Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña», ordenó y así lo hicieron.

Pidió:

«Hacedlo por segunda vez»; y por segunda vez lo hicieron.

«Hacedlo por tercera vez» y una tercera vez lo hicieron.

Corrió el agua alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó a rebosar.

A la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y comenzó a decir:

«Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que se reconozca hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu servidor y que por orden tuya he obrado todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones».

Cayó el fuego del Señor que devoró el holocausto y la leña, lamiendo el agua de las zanjas.

Todo el pueblo lo vio y cayeron rostro en tierra, exclamando: «¡El Señor es Dios. El Señor es Dios!».

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL

Sal 15, 1b-2a. 4. 5 y 8. 11 (R∫.: 1b)

R∫. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

V∫. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios». R∫.

R∫. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

V∫. Se multiplican las desgracias de quienes van tras dioses extraños; yo no derramaré sus libaciones con mis manos, ni tomaré sus nombres en mis labios. R∫.

R∫. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

V∫. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R∫.

R∫. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

V∫. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R∫.

R∫. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

ALELUYA

Sal 24, 4bc R∫.

Aleluya, aleluya, aleluya.

V∫. Dios mío, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad. R∫.

EVANGELIO

No he venido a abolir, sino a dar plenitud

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.

El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Contemplamos hoy en la primera lectura el momento culminante el enfrentamiento entre Dios y Baal en la lucha contra la idolatría que es la lucha en el Carmelo entre Elías y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal.

El problema de fondo es el sincretismo religioso del pueblo: quiere jugar a dos bandas; quiere servir a dos señores. Por una parte, mantiene la fe en Yahvé pero, por otra, recurre a Baal, señor de las cosechas, y a su culto misterioso y atractivo: ¿Hasta cuándo vais a estar cojeando sobre dos muletas? Si el Señor es Dios, seguidlo; si lo es Baal, seguid a Baal. Pero no se puede servir a dos amos (cf. Mt 6, 24)

Las acciones de Elías están cargadas de significado: construye el altar del Señor con doce piedras; doce cántaros de agua vertidos sobre las ofrendas; su oración: Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones…, que contrasta con la palabrería ruidosa de los baales. Todas estas acciones recuerdan que el de Dios de Israel actúa con poder en la historia, que es historia de amor y de salvación.

Esta es una palabra para nosotros hoy, que también tenemos la tentación de la idolatría; la idolatría del dinero, del éxito, del poder, del placer…, o la peor de todas las idolatrías: creer que tú eres dios. Y también la tentación del sincretismo.

¿Qué es el sincretismo? Pues hacerte un evangelio a tu medida, un Jesucristo a la medida de tus deseos. Quitando lo que te incomoda, añadiendo modas del mundo…

Por eso, el Evangelio nos invita a descubrir que no somos dueños sino servidores de la Palabra. Nos invita a la fidelidad: El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Que en este tiempo de dificultad y de gracia, también tú puedas decir, como hemos cantado en el aleluya y en el Salmo: Dios mío, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad… Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.

¡Ven Espíritu Santo! (cf. Lc 11, 13).

CANTO

Dulce huésped https://www.youtube.com/watch?v=Qe0bp6kpn5U&feature=youtu.be

Acción Familiar

Muchas veces , en nuestras necesidades nos sentimos solos porque pensamos que somos los únicos responsables de solucionar el problema. Pero en verdad poco depende de nosotros y todo está en manos de Dios.

Gesto

1. Encender una vela.

2. Comienzo: En el nombre del Padre….. (Señal de la Cruz)

3. Gesto en Familia:

Como gesto estaría bien compartir con la familia alguna superación situación en la que estamos convencidos que hemos salidos airosos no por nuestros metidos, sino por la gracia de Dios.

4. Oración final:

Dios y Salvador nuestro,

tú eres nuestro Señor y Ayuda.

Revélate una y otra vez en nuestro corazón

como el Salvador que es fuerte

para ayudarnos aun en momentos difíciles.

Recuerda a las personas que te añoran

y dirígelos hacia la protección del Dios todopoderoso.

Señor Jesús, tú eres ayuda y consuelo.

En todo lo que la vida nos trae,

tú te revelarás como El quien hace la voluntad de Dios

y quien la lleva a cabo para nosotros en la tierra.

Amén

pastoral

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