Reflexión miércoles 11 de octubre
Del evangelio según san Lucas 11,1-4.
Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos. Y Él les dijo: Cuando oréis, decid: «Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación».
Palabra del Señor
Comentario
Está claro que la oración era esencial para Jesús, para su identidad y su misión. La oración expresaba la relación de Jesús con su Padre. Enseñó a sus seguidores a orar, y él mismo sacaba tiempo para ello, sin importar las necesidades y exigencias que le apremiaban. ¿Hago yo lo mismo?
El Padre Nuestro es el modelo de toda oración. Contiene las peticiones esenciales para la verdadera oración y vida cristianas. ¿Permito que esta oración me moldee como persona e influya directamente en mi relación con Dios y con mi prójimo?
Gesto
- Encendemos una vela.
- Comienzo: En el nombre del Padre… (Señal de la Cruz)
- Gesto en Familia:
¿Cómo me ha conmovido la Palabra de Dios?
¿Me ha dejado frío?
¿Me ha consolado o me ha movido a actuar de una manera nueva?
Lo comentamos en familia.
- Oración final:
Señor, Dios, mi Creador,
Acércate a mí ahora.
Mi alma anhela tu presencia.
Mientras hablo contigo, oh Dios,
ayúdame a crecer en el aprecio de los dones de la comunicación.
Haz que hable por los que no tienen voz
y tener siempre una palabra amable para los necesitados.
Guíame siempre para hacer tu santa voluntad
sabiendo que tu fuerza
a través me llevará
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Acción Familiar
«Pero tú, cada vez que ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto». (Mateo 6,6)