7 oct

Reflexión viernes 7 de octubre

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,15-26):

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo.
Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: “Volveré a la casa de donde salí.” Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.»

Palabra del Señor

Reflexión
El poder de Jesús contra el mal sorprendía a los judíos, que querían buscar una explicación. No eran conscientes de que esa explicación era contraria a la lógica. Jesús les abre los ojos. ¿Cómo puede Satanás actuar contra sí mismo? Esto nos sucede cuando queremos justificar nuestros pensamientos o nuestras actitudes frente a lo que es la voluntad de Dios. Además, sus propios hijos también expulsaban demonios ¿y ellos con qué poder lo hacían? Lo que Jesús quiere que entendamos es que en Él está actuando el mismo Dios, que es el Bien supremo y que vence al mal. Pero al final, Jesús también nos advierte. Cuidado con creer que esa victoria contra el mal es definitiva. En esta vida nunca es así, el mal siempre vuelve a nosotros para derrotarnos y por eso hemos de estar vigilantes y fuertemente unidos a Jesús que es el hombre fuerte y bien armado.
pastoral

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