Sentarse con el paciente: Habilidades del terapeuta

Sentarse con el paciente: Habilidades del terapeuta, por Cristina Martínez Brotons

 

Tradicionalmente, la licenciatura y el grado en psicología han prestado poca atención al conocimiento y al entrenamiento de las habilidades y destrezas que se requieren para el ejercicio de la psicología de la salud, dejando esa formación a algunas enseñanzas de postgrado o, simplemente, al aprendizaje por ensayo y error que el propio clínico realice a través de sus años de experiencia. La existencia de esta laguna en la formación es de gran importancia, ya que el éxito de la intervención terapéutica depende de múltiples variables relacionadas tanto con el enfoque terapéutico, el análisis de las variables implicadas y la selección de las técnicas más eficaces, como con las habilidades del clínico. Ni la terapia más eficaz, ni el análisis más exhaustivo, ni las técnicas más potentes resultarán, sin que el terapeuta haya desarrollado un repertorio de actuación que permita al paciente sentirse acogido, comprendido, motivado y seguro para afrontar el desafío que supone el trabajo terapéutico (Barraca, 2009).

AyudaLa terapia es un proceso compartido en el que todos los componentes, paciente y terapeuta, tienen un papel activo que necesariamente implica consciencia, aprendizaje, cambio y crecimiento, en el que el objetivo del terapeuta es la ayuda, para lo que precisa una cualidad fundamental: la compasión, entendida como la predisposición a ser sensible hacia el sufrimiento propio y de otros junto con un firme compromiso para tratar de aliviarlo (Gilbert, 2015). Así, sentarse con el otro, y no frente al otro, requiere, de no pocas cualidades y habilidades que son imprescindibles para generar el clima adecuado, ese ambiente generador del vínculo en el que se fundamenta la alianza terapéutica, motor imprescindible para el trabajo en psicoterapia.

Tal como indicaron Binglan y Hayes (1996), cualquier evento psicológico o conductual va mucho más allá del síntoma y, solo puede entenderse dentro de un contexto. Así pues, el interés del terapeuta se dirige a la relación entre el individuo y su contexto actual e histórico (Hayes, 2004), situando dicha relación como centro de análisis y comprensión. El trabajo de explorar esa interacción organismo-contexto requiere presencia consciente, aceptación libre de juicio, interés genuino, compromiso y tiempo. Puesto que cada contexto, cada individuo y cada interrelación entre ambos es única, la intervención no será fácilmente generalizable, precisando una amplia y elevada capacidad de análisis, de apertura, de atención y consciencia que permitan al terapeuta identificar y despojarse de sus propias creencias, expectativas y experiencias para responder al paciente centrándose en sus necesidades, valores y objetivos individuales. A fin de identificar y lograr los cambios necesarios, el terapeuta requiere de habilidades en diferentes áreas: a) Habilidades básicas que están vinculadas a la relación terapéutica, como aceptación, cordialidad y respeto, b) Habilidades de escucha, c) Habilidades de acción verbal, d) Habilidades y competencias de interacción como flexibilidad, fluidez, seguridad, trabajo en grupo, etc. e) Habilidades generativas y f) Habilidades dialécticas, y el entrenamiento de todas ellas, es absolutamente esencial e imprescindible para que la formación de los graduados en psicología se considere completa. Aunque son numerosos los psicólogos generales sanitarios y clínicos, no son tantos los profesionales que los pacientes calificarían como auténticamente comprometidos y eficaces, y es que esta profesión, la psicología de la salud, es altamente demandante, ya que la formación técnica, que exige un amplio conocimiento teórico y práctico en lo relativo a los tratamientos psicológicos basados en la evidencia, está vacía si no se acompaña de las habilidades intra e interpersonales que permiten conectar realmente con el otro, requisito imprescindible para la ayuda. Estas cualidades no son accesorias, son básicas para el ejercicio y el éxito de la intervención terapéutica y, aunque su adquisición es un proceso exigente y complejo, resulta un reto apasionante. Cuando un paciente acude a psicoterapia, está entregando su confianza en un momento de elevada vulnerabilidad, y es el terapeuta el que la recoge con la autenticidad que merece, porque, que un paciente abra la vida, el alma y la mente, tiene que ser reconocido como un acto de valentía, humildad y generosidad que, por parte del profesional, solo puede ser acogido desde la gratitud, la aceptación, el respeto y la responsabilidad.

Florecer

 

Bibliografía del artículo «Sentarse con el paciente: Habilidades del terapeuta»

Barraca, J. (2009). Habilidades Clínicas en la Terapia Conductual Tercera Generación. Clínica y Salud20(2), 109-117.

Binglan, A. y Hayes, S. C. (1996). Should the behavioral sciences become more pragmatic? The case fot functional conntextualism in research on human behavior. Applied and Preventive Psychology, 5(1), 47-57.

Gilbert, P. (2015). Terapia centrada en la compasión. Características distintivas. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Hayes, S. C. (2004). Acceptance and commitment therapy, relational frame theory, and the third wave of behavioral and cognitive therapies. Behavior Therapy, 35(4), 639-665.

 

Cristina MartinezCristina Martínez Brotons es Fundadora, Directora y Psicóloga responsable del área de adultos de PSICOFORMA Centro de Psicología, desde 1998. Psicóloga General Sanitaria. Col Cv 5615. Licenciada en Psicología por la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia en 1997. Máster en Psicología Clínica en CETECOVA en 1997. Máster Universitario en Formación en la Investigación Universitaria en Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), 2014. Doctora en Psicología por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), 2017. Desde 1997, profesora acreditada por la EVES (Escuela Valenciana de Estudios para la Salud) y responsable de numerosos cursos dentro de los Programas de Formación Continua y Continuada en diversos Hospitales y Centros de Salud de la Comunidad Valenciana, facilitando contenidos relacionados con las habilidades intra e interpersonales en la práctica de la atención sanitaria, como inteligencia emocional, resolución de conflictos, counseling, prevención y manejo del estrés, etc.

En 1999, miembro de la Comisión de Trabajo formada por el Servicio de Formación del profesorado (Dirección General de Ordenación, Innovación Educativa y Política Lingüística de la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia de la Generalitat Valenciana), para el desarrollo y puesta en marcha del Programa piloto de “Prevención del estrés profesional docente”. Desde entonces colaboro con diversos CEFIRES (Torrente, Alzira, Utiel, etc.) en los Programas de Formación del Profesorado. Desde 2011, profesora en diversos Masters de Psicología Clínica, de la Salud y Jurídica de la UCV, ADEIT, VIU y AEPCCC. Desde 2013, profesora en la Facultad de Psicología en la UCV. Asimismo, soy tutora de prácticas en la formación de estudiantes de Máster de Psicología General Sanitaria de la UCV y de la VIU y supervisora clínica de las prácticas del máster Universitario en PGS en las Clínicas Universitarias de la UCV.

En lo relativo a la Investigación y otras actividades relacionadas, las áreas de estudio y líneas de investigación en las que participo, están relacionadas con la psicología de la salud, la obesidad, la regulación emocional, el mindfulness y la compasión.

Soy coautora de diversas publicaciones y trabajos científicos, participando como conferenciante y ponente en cursos y congresos, además de participar en diversos medios de comunicación, colaborando en la divulgación de aspectos de interés general en el ámbito de la psicología y la salud.

UCV

Postgrados Psicologia

Máster universitario en Psicología General Sanitaria

Fuente de Imágenes: Pixabay

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