Las interacciones entre padres e hijos: fuente de aprendizaje, por Claudia Escorcia

Las interacciones entre padres e hijos: fuente de aprendizaje, por Claudia Escorcia Mora

Captura de pantalla 2019-01-25 a la(s) 11.07.05En 2013, la academia americana de pediatría, presentó un documento en el que se afirma que mucho más que proporcionar varios servicios multidisciplinarios en un entorno clínico, los servicios de atención a la infancia, debe proporcionar a los niños experiencias y oportunidades que promuevan la adquisición y uso de competencias, para que puedan participar de manera significativa con los demás y con su entorno (American Academy of Pediatrics, 2013)

Según la AAP, es fundamental tener en cuenta estos dos conceptos:

  • Crear oportunidades frecuentes que permitan “aprender en el entorno natural” en lugar de simular situaciones artificiales de “tratamiento”.
  • Utilizar métodos de “coaching” como modelo para familias y programas de AT que prestan servicios a niños pequeños.

Existe una idea, ampliamente aceptada, acerca de que el aprendizaje toma lugar en el contexto de las relaciones y, por lo tanto, las estrategias de intervención deberían aumentar en lugar de interrumpir las características típicas de una familia (American Academy of Pediatrics, 2013).

Cuando hablamos de lenguaje, estas afirmaciones cobran especial importancia. Si partimos de la base de que el lenguaje se desarrolla en un medio social, en dónde las interacciones que los niños realizan con los adultos y pares de iguales que les rodean, son fundamentales para adquirir la comprensión del mundo, no es descabellado pensar que un entorno competente, rico en estímulos, sea el entorno más ideal para que el niño evolucione.

En el caso de niños con discapacidad intelectual, las familias y los profesionales se enfrentan a un doble reto: El primero, ayudar a desarrollar el lenguaje en un niño, cuyas capacidades están en franca desventaja con relación a sus iguales y la segunda, el cómo estimular éste lenguaje de la manera más apropiada, para que evolucione y llegue a ser funcional.

Una de las propuestas que la ciencia aporta para intentar dar respuesta a este reto, se encuentra en el estudio de la calidad de la interacción que ocurre entre niños y padres y en la influencia en su desarrollo y el funcionamiento socioemocional. También acerca de cómo los padres responden de manera sensible, adaptan su comportamiento y su discurso, para ser más efectivos a la hora de estimular el lenguaje de sus hijos (Mahoney. 2017).

Muchos padres necesitan orientación y apoyo para emprender esta tarea. Por tanto, es misión de los profesionales ayudarles a usar estrategias de enseñanza responsiva, por ejemplo, durante las rutinas diarias con sus hijos, para de esta forma aumentar las interacciones beneficiosas para su desarrollo.

Dentro de las tareas que los profesionales tienen en relación con el trabajo con familias de niños con discapacidad intelectual, podemos encontrar:

  • Apoyar a los padres para que usen patrones más efectivos de interacción con sus hijos.
  • Ayudarles a tomar conciencia y comprensión de la actividad del niño o intereses de juego.
  • Adecuación y consistencia de las respuestas que los padres ofrecen a las conductas del niño.
  • Habilidad del padre para involucrar al niño en la interacción durante el juego.
  • Hablar sobre la importancia de la capacidad de respuesta.
  • Ayudar a los padres a lidiar con el estrés y otros problemas que pueden interferir con sus interacciones con sus hijos
  • Enseñar a los padres a usar estrategias de enseñanza receptiva.
  • ¡¡Aprender haciendo!!

En la misma línea, el equipo de Carls Dunst (2016) llevó a cabo una investigación acerca del “Aprendizaje cotidiano del lenguaje en niños basado en intereses” (Dunst, Raab & Hamby, 2016). La intervención constó de 4 componentes:

  • Oportunidades de aprendizaje basadas en el interés del niño;
  • Actividades diarias de la familia y de la comunidad entendidas como fuentes de oportunidades para el aprendizaje infantil;
  • Métodos para aumentar la participación del niño en actividades diarias basadas en sus intereses, y
  • El uso por parte de los padres de una enseñanza responsiva para promover competencias de comunicación y lenguaje en el niño.

Así mismo dividió los intereses en 2 grupos:

  • Personales – característicos del individuo, fuerzas, preferencias, actividades favoritas, gustos personales como objetos, actividades y acciones agradables, que promueven la implicación y la participación.
  • Situacionales – características del ambiente social y no-social que provocan la implicación. Incluyen elementos visuales y sonidos que despiertan la atención, aspectos de los objetos, materiales o juguetes que llevan a la implicación del niño..

Es por esto que lo padres, deben aprender a entender que tipo de interés está demostrando su hijo, para de esta manera poder dar una respuesta ajustada a su propia acción y a los factores comunicativos y sociales presentes en ese interés.

Captura de pantalla 2019-01-25 a la(s) 11.07.15No cabe ninguna duda al respecto de que las interacciones que ocurren en el seno familiar, con las personas, situaciones y objetos cotidianos son una fuente inagotable de oportunidades de aprendizaje. Si los adultos son receptivos a los intereses del niño, si responden de manera sensible, ofreciendo un feedback positivo a los intentos de comunicación, a pesar de las limitaciones, se estará contribuyendo al desarrollo cognitivo, del lenguaje y socioemocional (Korfmacher,et al. 2008). Además, si estas interacciones están caracterizadas por el apoyo, la participación en el juego y la conversación y el fomento de la exploración, el incremento en la iniciativa y la curiosidad será significativo (Roggman, Boyce, Cook, Chirstiansen & Jones, 2004).

Hemos presentado de manera muy superficial la idea de que la eficiencia de los padres para promover el desarrollo de sus hijos está relacionada con el grado en que son capaces de tener sensibilidad para responder activamente cuando se interesan en el juego rutinario y en las interacciones sociales con sus hijos. Lo que pone en evidencia la importancia que éstos tienen como agentes promotores del desarrollo de sus hijos: Primero por la implicación y el vínculo socio – emocional que tienen con sus hijos. Segundo, porque el aprendizaje ocurre en cualquier situación en la que los niños estén activamente implicados, lo que normalmente ocurre dentro de las rutinas cotidianas y no en clase específicas de instrucción y tercero, porque las oportunidades que los padres tienen de interactuar con, e influir sobre el desarrollo de sus hijos es mucho mayor que la que pueda tener cualquier profesional (Mahoney, 2012).

Por eso es de vital importancia que los profesionales en general, trabajen activamente en ayudar a los padres a poner en práctica estrategias de interacción sensibles al niño, a la vez que, tanto padres como profesionales, lleven a cabo un trabajo colaborativo, en dónde exista una participación real como miembros de un mismo equipo transdisciplinar. No podemos obviar el valor de la interacción entre padres e hijos, por el contario es nuestra misión afianzarla y potenciarla.

Referencias

  • American Academy of Pediatrics (2013). Early Intervention, IDEA Part C Services, and the Medical Home: Collaboration for Best Practice and Best Outcomes. Pediatrics 2013;132: e1073-e1088.
  • Dunst, C.J., Raab, M., Hamby, D.W. (2016). Interest-based everyday child language learning. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología 36, 153-161.
  • Korfmacher, J., Green, B., Staerkel, F., Peterson, C., Cook, G., Roggman, L., et al. (2008). Parent involvement in early childhood home visiting.Child and Youth Care Forum, 37, 171-196.
  • Mahoney, G. & Perales, F. (2012). El papel de los padres de niños con síndrome de Down y otras discapacidades en la atención temprana. Revista Síndrome De Down, 29(2), 46-63.
  • Mahoney, G. & Perales, F. (2017). Responsive Teaching Parent-Mediated Developmental Intervention. Course in Mandel School of Applied Social Sciences Case Western Reserve University.Cleveland, Ohio
  • Roggman, I., Boyce, I., Cook, G., Chirstiansen, K., & Jones, D. (2004). Playing with Daddy: Social toy play, early headstart, and developmental outcomes. Fathering,2 ,83-108

Sobre la autora del artículo

Captura de pantalla 2019-01-25 a la(s) 11.47.18Claudia Tatiana Escorcia Mora. Doctora por programa en Psicología por la UCV. Logopeda y Licenciada en Fonoaudiología. Máster Universitario en Atención Integral a personas con Discapacidad Intelectual. Máster en Atención Temprana. Master en Psicopatología del Lenguaje y su Rehabilitación. Profesora de Grado y Postgrado de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Vocal de AELFA-IF. Miembro de EURLYAID. Consultora internacional RAM Group. Miembro de diferentes grupos de investigación nacionales e internacionales (Ecuador, Colombia y Portugal).

Máster Universitario en Intervención Logopédica Especializada

Postgrados de Psicología, Logopedia y Terapia Ocupacional

UCV

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