Tiempo para Esperar
Se acercan días en los que los sentimientos y emociones resurgen como brotes nuevos, las calles se iluminan, las casas se adornan, el ambiente se impregna de una nueva sensación de alegría.
Es tiempo de reencuentros, tiempo de hablar, tiempo de observar y tiempo de disfrutar. También es tiempo de recordar a los que ya no están, los que se han ido o los que por la distancia y las circunstancias esta vez no estarán cerca.
Es tiempo de hacer balance y de realizar nuevos propósitos.
A veces es necesario parar, tomarse un tiempo para pensar y recapacitar sobre dónde estoy y dónde quiero llegar, y a la vez cómo puedo hacerlo de la manera más satisfactoria.
En esta época nos sumergimos en la vorágine de las comidas, las compras, las cenas de empresa, los regalos… pero ¿de verdad ahí está lo importante? ¿ahí se encuentra el verdadero sentido de la Navidad?
La Navidad, esta palabra que tanto oímos, cantamos……esta palabra que proviene del latín y significa nativitas, nacimiento. No perdamos el verdadero significado de la Navidad, recordar que ALGUIEN nace de nuevo. Nace para que pueda nacer en nosotros algo más que nuestro reflejo en el espejo. Nace para que podamos observar nuestro entorno, cambiar nuestra mirada hacia lo que de verdad importa, mirar con ojos de misericordia, de acogida. Que nazca en nosotros un nuevo ser dispuesto a mirar hacia el otro, dispuesto a vivir hacia afuera.
En estos días de Adviento, donde nos preparamos para esta nueva Navidad, podemos encontrar esta oportunidad para encontrarnos con el otro, de estar preparados, pero, ¿cómo prepararnos?
Sería interesante empezar por realizar una lista de prioridades, es decir, ordenar los valores, si nos realizamos esta pregunta y podemos contestar es un primer paso importante ¿qué es lo realmente importante para mí? ¿qué es lo que me haría feliz?, aquí muchos podrían contestar “que me tocara la lotería de Navidad”. ¡Si, podría ser una ayuda, pero te haría realmente feliz, FELIZ!!, o sería algo momentáneo que cubriría aquellos “caprichos” que nos creamos por no tener realmente un Sentido que nos guía?
¿Por qué no buscar ese sentido último y primordial para poder guiar nuestros propósitos?
Vivir la Navidad como la oportunidad de nacer de nuevo, de encontrar ese sentido, de guiar nuestras acciones abiertos a los demás, abiertos a una nueva forma disfrutar la vida.
FELIZ NAVIDAD