Reflexionando sobre nuestro proyecto vital en este nuevo año.

Acabamos de empezar un nuevo año, la década de los 20 de este siglo XXI y en consecuencia es un buen momento para afrontar nuevos retos y retomar nuestro proyecto de vida. Un proyecto de existencia, no solo individual, ya que, como seres sociales, influirá en los que nos rodean.

Por ello se hace necesario que quienes lo tienen en marcha, reflexionen sobre él. Y quienes lo están empezando, lo cementen con los mejores materiales de cara a su construcción.

Es algo que afecta a todos, adultos y jóvenes, y sin tener en cuenta el momento vital en el que nos encontramos.

Nuestro proyecto de vida sin duda incluye muchísimas dimensiones, pero… ¿qué es lo que conforma nuestro proyecto vital?, qué quiero ser, qué quiero hacer en la vida, qué retos me planteo, cómo quiero vivir y compartir mi vida desde el encuentro con el otro.

La familia, nuestra ética y principios, nuestra salud, nuestros estudios, nuestro trabajo… entre muchos aspectos más, esas dimensiones son puntales de nuestro proyecto y por eso hay que parar y reflexionar… ¿dónde estoy y a dónde quiero llegar? ¿tengo lo que necesito para alcanzarlo? ¿estoy preparado para afrontar este reto?…

A veces esta reflexión puede resultar fácil, otras veces más difícil, pero lo importante es mirar más allá de lo inmediato, proponerse metas y ponerse en movimiento para lograrlas. Sabiendo que hay cosas que no podemos cambiar, y que eso no es impedimento para seguir.

Así pues, en este año recién estrenado, estamos invitados a reflexionar sobre nuestro sentido de vida. A reconducirlo de forma plena y consciente. A coadyuvar a otros a que esto sea una realidad.

Feliz entrada en el Nuevo Año, Feliz proyecto de vida