El mes de la Madre
En el mes de la Madre
La vida triunfa de nuevo
Mes de mayo, el mes en el que la vida vuelve a triunfar. Sí, es cierto. Miremos a nuestro alrededor, la naturaleza se ha vestido con sus mejores galas. El buen tiempo comienza a presentarse. La luz del Sol lo invade todo. Y a pesar de que este cambio climático nos lleva entre borrascas y anticiclones, plantas y animales no desestiman su oportunidad para comenzar un nuevo periodo.
Siempre nos ayuda a seguir caminando
Este mes de María no puede pasar por alto. Cierto es que, como siempre, los medios de consumo, la publicidad, etc. nos lo recuerda con aquel eslogan «12 ideas para regalar en el día de la Madre». Pero ¿acaso no es importante tener un detalle con nuestras madres?. ¡Es necesario!, debemos hacerle saber a nuestra madre que siempre nos ha ayudado a recorrer nuestro camino. Nos enseñó en nuestros primeros pasos. Nos alentó y sostuvo, mostrándonos el sendero correcto, protegiéndonos de los peligros hasta que por fin nos soltó y comenzamos a andar.
Nunca se da por vencida y siempre confía en nosotros
Nuestra madre, en esa constante labor de cuidado que nos brinda, nunca ha dejado de confiar en nosotros. En sus hijos. Y a pesar de que nosotros no siempre acabamos siendo dignos de esa atención, ella siempre nos espera como pródigos que a veces somos. Y nos recuerda lo importante que es nuestro hogar, nuestro lugar del que provenimos. Nos perdona y nos muestra su amor incondicional.
No es perfecta, pero constantemente nos muestra cómo se acerca a la perfección
¿Y quién es perfecto?, esta sería la pregunta que nos deberíamos hacer todos. Nuestra madre en sus imperfecciones tiene la capacidad de perdonarnos siempre. De mantener en nuestro hogar un clima de amor, paz y comprensión. Y sí, es cierto que a veces nuestra madre puede perder su paciencia. Pero, en esa misma bondad infinita, es capaz de recuperar la fuerza suficiente para ayudarnos a ordenar nuestra vida mundana y aquella que no lo es tanto. Y esto siempre acaba ayudando a que aprendamos a confiar en nosotros mismos. Porque ella nunca ha dejado de hacerlo. Siempre acaba confiando en nuestra esencia, en nuestras capacidades, en nosotros como personas.