DÍA MUNDIAL DE LAS LEGUMBRES. EL SUPERALIMENTO OLVIDADO
10 de Febrero: DÍA MUNDIAL DE LAS LEGUMBRES. EL SUPERALIMENTO OLVIDADO
Inmersos en una corriente social de comida rápida, de estrés, de patrones estéticos marcados por la moda y las tendencias y de búsqueda de la salud a través de los conocidos “superalimentos” que tengan altos contenidos de nutrientes beneficiosos para la salud, nos encontramos nada más y nada menos con que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 2018 el Día Mundial de las Legumbres.
Esto no fue un capricho, ni algo al azar. Esto surgió por la progresiva disminución de consumo de este grupo de alimentos a pesar de sus propiedades nutricionales que bien podría otorgarles el título de “superalimentos”.
Y es que, las lentejas, las judías, los garbanzos, la soja, los guisantes…. son una fabulosa fuente de proteínas de origen vegetal. Las legumbres tienen alto contenido en fibra alimentaria, en hidratos de carbono de absorción lenta, en vitaminas del grupo B y en minerales como hierro, magnesio y zinc.
Además, cuando las combinamos con los cereales, conseguimos todos los aminoácidos esenciales que necesita nuestro cuerpo para formar estructuras de máxima calidad: tejidos como por ejemplo el muscular, células de defensa como las inmunoglobulinas, tejidos de crecimiento durante la infancia…
Consejos para una dieta sana
Para mantener una dieta equilibrada que se asemeje a la tan valorada Dieta Mediterránea, deberíamos consumir al menos tres raciones de legumbres a la semana de 60-80 gramos (peso en crudo). Estas legumbres deberían acompañarse con vitamina C que contienen las frutas como naranja, kiwi o fresa de postre para favorecer la absorción del hierro.
Hay muchas recetas tradicionales que contienen legumbres, como la fabada asturiana, la paella con habas y alcachofas, las lentejas con chorizo, la ensalada de judías blancas o de garbanzos, la garbanzada con acelgas y bacalao o con chorizo, el hummus, los guisantes salteados con jamón, las lentejas con arroz, tortilla de guisantes…
¿Qué más se le puede pedir a este grupo de alimentos? Fuente de nutrientes de calidad, buen precio, fácil de cocinar, propiedades saludables, cultivo local y tradicional.
Cristina Ferrer.
Profesora de Nutrición y Vicedecana en Enfermería