La profesora Margarita Gutiérrez Moret, de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha participado recientemente en una enriquecedora edición del proyecto COIL (Collaborative Online International Learning), en colaboración con la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). 

El proyecto, titulado “El maestro emocionalmente inteligente”, se ha llevado a cabo en el marco de la asignatura Psicología de la Educación, que imparte en el grado de Educación Primaria. En esta edición, han participado 16 estudiantes de la UCV y 31 alumnos de la PUCE, quienes han trabajado de forma conjunta sobre el papel de la inteligencia emocional en el ámbito educativo, explorando cómo las competencias emocionales inciden en la práctica docente. 

Aprendizaje colaborativo e intercultural 

Gracias a esta colaboración internacional, los estudiantes de ambas universidades han tenido la oportunidad de reflexionar críticamente sobre sus contextos educativos y las estrategias más eficaces para fomentar la inteligencia emocional en el aula. La interacción entre el alumnado se ha articulado mediante actividades diseñadas conjuntamente por la profesora Gutiérrez Moret y las docentes de la PUCE, Elvira Rodríguez y María Bernabé. 

Durante las sesiones, el alumnado abordó desde la autoevaluación y el autoconocimiento hasta la identificación de desafíos educativos donde las competencias socioemocionales son clave. Esta experiencia les permitió contrastar realidades, descubrir similitudes, y valorar las diferencias culturales como un recurso pedagógico.

Tecnología al servicio del entendimiento global 

El desarrollo del proyecto se ha realizado completamente en español, lo que ha facilitado el intercambio fluido entre los participantes. Se emplearon herramientas digitales como Canva colaborativo, Padlet y Microsoft Teams, que permitieron una colaboración efectiva a pesar de la distancia geográfica y la diferencia horaria. 

Según la profesora Gutiérrez Moret, la experiencia también ha sido un estímulo personal y profesional: “Ha sido una oportunidad para incorporar metodologías nuevas que pienso seguir aplicando en el aula”. 

Una experiencia transformadora 

Más allá del desarrollo de contenidos, el COIL ha puesto el foco en el desarrollo de competencias clave para el futuro docente, como la empatía, la autorregulación y el trabajo en equipo. Esta experiencia ha demostrado que, cuando hay interés y compromiso, las barreras se diluyen y el aprendizaje compartido se convierte en una herramienta transformadora. 

“Aunque no todo ha sido sencillo —trabajar en grupo, incluso a distancia, plantea sus retos—, las competencias socioemocionales han sido nuestras aliadas… ¡y han superado la prueba con nota!”, concluye la profesora. 

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