7 jul

Reflexión domingo 7 de julio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,1-6):

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»
Y esto les resultaba escandaloso.
Jesús les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

Palabra del Señor

Reflexión

Jesús, por medio de sus acciones, nos muestra el amor que Dios nos tiene a cada uno de nosotros. Nos muestra un Dios cercano y amigo.

Jesús que es muy inteligente, deja siempre asombrados a todos y se admiran de sus palabras y de sus actos. ¿No es este el hijo del Carpintero?

Ojalá queridos hermanos, que se pueda decir de cada uno de nosotros lo mismo. ¿No es este cristiano?

Por eso tenemos que actuar siempre bien y dar un buen ejemplo para que los demás se den cuenta que ser cristiano es una cosa buena y que vale la pena ser cristiano.

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