10 dic

Reflexión jueves 10 de diciembre

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,11-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.

El que tenga oídos, que oiga».

Palabra del Señor

COMENTARIO:

Cuando los evangelistas transmiten estos recuerdos, están haciendo algunas advertencias a sus propias comunidades. Ante todo las invitan a no perderse en nuevas búsquedas o especulaciones y a que, como Juan, sean pregoneras y precursoras de Jesús. No deben predicarse a sí mismas, sino al Jesús, como hizo el Bautista; también ellas deben menguar para que Él crezca. Y esas advertencias sirven igualmente a muchos creyentes de nuestro tiempo, que tan fácilmente se entregan a la búsqueda de falsos mesías o salvadores y llegan a la locura de llamar “dios” a un deportista toxicómano y “catedral” a un estadio de balompié. La Iglesia será grande en la medida en que se haga pequeña como el dedo de Juan el Bautista, fiel indicadora de Jesús presente, y también en la medida en que se aplique el conocido cántico “no adoréis a nadie, a nadie más que Él; no busquéis a nadie, a nadie más que a él”. Seamos creyentes centrados, y no dispersos; esto será fuente de salud psíquica y espiritual.

ORACIÓN:

Señor Dios nuestro:

Tú no abandonas a los que confían en ti.

Tómanos de la mano cuando tengamos miedo,

ayúdanos cuando te llamemos a voz en grito,

porque tenemos experiencia de que somos impotentes

para establecer en este mundo tu reino de justicia y amor.

Envíanos hoy de nuevo a tu Hijo

para que sea nuestro Señor y Salvador

ahora y por los siglos de los siglos.

REFLEXIÓN:

Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegaron hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado.

 

Zacarías calla y pierde el habla hasta que nace Juan, el precursor del Señor, y abre su boca. Este silencio de Zacarías significaba que, antes de la predicación de Cristo, el sentido de las profecías estaba en cierto modo latente, oculto, encerrado. Con el advenimiento de aquel a quien se referían estas profecías, todo se hace claro. El hecho de que en el nacimiento de Juan se abre la boca de Zacarías tiene el mismo significado que el rasgarse el velo al morir Cristo en la cruz. Si Juan se hubiera anunciado a sí mismo, la boca de Zacarías habría continuado muda. Si se desata su lengua es porque ha nacido aquel que es la voz; en efecto, cuando Juan cumplía ya su misión de anunciar al Señor, le dijeron: ¿Tú quién eres? Y él respondió: Yo soy la voz que grita en el desierto. Juan era la voz; pero el Señor era la Palabra que en el principio ya existía. Juan era una voz pasajera, Cristo la palabra eterna desde el principio.

ACTIVIDADES PARA REALIZAR EN FAMILIA:

10 Propósitos para adviento:

  1. Rezaré en familia por la paz del mundo.
  2. Hoy cumpliré con toda mi tarea sin quejarme.
  3. Daré gracias a Dios por todo lo que me ha dado.
  4. Llevaré a cabo un sacrificio.
  5. Leeré algún pasaje del Evangelio.
  6. Ofreceré una comunión espiritual a Jesús por los que no lo aman.
  7. Imitaré a Jesús en su perdón cuando alguien me moleste.
  8. Hoy pediré a la Santísima virgen por mi país.
  9. Leeré el nacimiento de Jesús en el Evangelio de S. Lucas 2, 1-20.
  10. Abriré mi corazón a Jesús para que nazca en él.
pastoral

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