8 julio

Reflexión jueves 8 de julio

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (10,7-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.»

Palabra del Señor

COMENTARIO:

El Reino es valioso y suficiente. Por ello, cuando se recibe el encargo de transmitirlo, hay que deshacerse de estorbos innecesarios (monedas de oro, de plata o de cobre; morral para el camino, dos túnicas, sandalias, bordón,…). El Reino relativiza todo lo demás. Recompone la estimativa con la que se valora la realidad desde los criterios del Señor. Y eso debe visibilizarse, mostrarse, exhibirse, hacerse visible, dejarse notar… La pobreza se convierte así en el ingrediente necesario de la gratuidad y en la más inequívoca manera de anunciar el Reino. Donde está tu riqueza allí está tu corazón.

Hay que repartirlo gratis, sin tener miedo a que se acabe. No le es permitido al evangelizador regatear con el Reino, ni subir su precio ni siquiera en un céntimo. No exige justificantes de buena conducta, o carnet de pertenencia eclesial.

Por ello, el clima de la repartición gratuita del Reino es la paz, la cercanía afectiva desarmada, la fraternidad universal. No puede repartirse de otra forma, porque bajo toda actitud beligerante y agresiva siempre se esconde la defensa de una apropiación indebida.

ORACIÓN:

Señor Dios nuestro:

Tú nos envías a todos en misión;

la misión formidable de dar a conocer tu reino

por la forma cómo vivimos el evangelio

de Jesucristo tu Hijo.

Te rogamos que nos des

un profundo sentido de misión

y no permitas que los afanes de cada día

o el peso pegajoso de nuestras posesiones

nos alejen de dar testimonio

de que tú eres nuestro Dios

y de que Jesús es el Señor

que vive y reina contigo

y con el Espíritu Santo

por los siglos de los siglos.

Amén

REFLEXIÓN:

Un tema crucial en la vida de los cristianos es distinguir la voluntad de Dios. De entrada, debemos hacer aquello que nos va a dejar en paz y que no va a suponer problemas de conciencia. Pero tenemos la rara habilidad de saber cómo complicarnos la vida. Somos conscientes que aquello que nos va a hacer sufrir, pero como si nada, puede más nuestra terquedad o ingenuidad.

            Esto no lo quiere Dios. Si la vida no es nada fácil, encima no nos la compliquemos nosotros. El cristiano es aquel que se asoma cada día a la ventana y no ambiciona, sino que ve en todo un regalo que ya tiene. El cristiano es quien se sabe rico con lo que tiene. No teme las malas noticias ni se amedranta por los que hacen quienes creen dirigir el mundo. Es más, los compadece. El cristiano es aquel que busca la sombra de Dios.

EN FAMILIA:

https://youtu.be/Msd2y9H-yQU

SANTA MARIA GORETTI

pastoral

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