Reflexión

La primera lectura, tomada del libro de los Reyes, nos presenta un panorama en el que el eje de la comunicación entre sus personajes tiene un emisor que es la ambición de poder y el resultado no es otro que la violencia y la extorsión, con el agravante de manipular la voluntad de Dios, de manera que al mal se le llama bien y el bien queda ignorado, como no deseado.
El Evangelio es la culminación de la pedagogía divina, no hacer frente al que pretende agraviar, presentar la otra mejilla, al que te pide dale y al que te pide prestado no lo rehuyas. El eje de la comunicación ha cambiado radicalmente respecto de la primera lectura. Jesús habla desde si mismo porque tiene la autoridad como Dios y su mensaje es la entrega, favorecer al otro a costa de renunciar uno a su propio interés, hacer siempre el bién. ¿Como es posible un despredimiento tan grande? Para Dios nada hay imposible para nosotros todo es posible si contamos con la ayuda del Señor. De forma egoista renunciamos a determinadas cosas por otras que consideramos de mayor valor. La paz, la justicia, el bién común, la felicidad de los demás solo podemos abordarla y realizarla si nos sentimos llenos del amor y la misericordia divinas.
Frente a una sociedad cada vez más egoista y utilitarista el mensaje del evangelio nos interpela a todos por el camino de la humildad, el servicio y la ayuda a los demás. La Iglesian ahora tiene una ocasión extra para transmitir y vivir el amor de Dios ayudando a los más necesitados del momento. Una gran ocasión para presentar un mensaje que no desea la manipulación ni el controlo de las pesonas sino su paz y felicidad.
Oraciones:
-Por todas las personas fallecidas por causa de la epidemia para que el Señor los haya perdonado y los tenga en la gloria. Oremos
-Por todos los enfermos para que encuentren la salud. Oremos
-Por todas las personas que cuidan de nuestra seguridad y salud. Oremos.