10 jun

Reflexión martes 10 de junio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-18):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Palabra del Señor

Reflexión

El Señor nos llama a ser sal, luz y fermento en medio de esta sociedad. en el evangelio de Mateo de hoy nos concreta en dos: SAL y LUZ. El Señor nos llama a salar a los que tenemos más cerca, dar sabor, el sabor del Amor de Dios, pero la sal desde antiguo sirve para conservar, conservar también todo lo que el Señor nos da, su Palabra que, como María, debemos conservarla en nuestro corazón. Y a ser luz, en medio de las tinieblas en la que vivimos, en las «cegueras» que sufrimos,  sólo una pequeña luz de este Dios que debemos reflejar, será suficiente para marcar un camino, una salida de esa situación que te hace que tu mundo se oscurezca. Dios que ha ido haciendo luz dentro de ti con el Espíritu Santo que se nos ha dado quiere que lo reflejes, anunciando su amor a todos los que nos rodean.

pastoral

pastoral

Leave a Comment