Reflexión martes 24 de octubre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,35-38):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»
Palabra del Señor
Reflexión
Jesús nos recuerda hoy que una actitud fundamental en nuestra vida cristiana es la vigilancia. Hemos de estar atentos esperando la llegada del Señor, su aparición en nuestra vida. Lo hace de tantas maneras y en tantos momentos de nuestra jornada, que podemos despistarnos y no descubrir esa presencia. El Señor llega cada día a nosotros en su palabra. Hemos de estar atentos y escucharla como pronunciada por Él mismo. Viene a nosotros en los pobres y necesitados. Lo que hicisteis por uno de estos, mis hermanos… Viene en los sacramentos, en la Eucaristía, en el perdón. Viene en nuestra oración comunitaria. Donde dos o más están reunidos en mi nombre, ahí estoy yo. Esperemos con atención su venida y disfrutaremos de su servicio.